En los últimos meses, en las localidades más importantes de Aragón han surgido movimientos vecinales que luchan por conseguir una mejor conservación de sus cascos históricos. Uno de estos casos es el de Calatayud, donde la plataforma ‘Salvemos el casco de Calatayud’ pretende ser nexo de unión entre vecinos e instituciones. Mientras tanto, el Ayuntamiento ha ido dando a conocer algunas acciones planteadas para este año y que contribuyen a la rehabilitación de la parte más antigua de la ciudad. Entre las últimas novedades está la construcción de 44 viviendas de obra nueva en el casco antiguo. Serán un total de cuatro promociones incluidas dentro de la convocatoria del ARRU (Área de Regeneración y Renovación Urbana). 

Otro de los grandes anuncios, no exento de polémica, ha sido el de la reforma integral de la plaza del Olivo. El proyecto ha sido adjudicado a través de un concurso de ideas al arquitecto Gabriel Lassa, y supondrá una inversión de 320.000 euros. Hace unos meses, los vecinos de esta zona de Calatayud mostraban al consistorio su malestar por haber pensado en una intervención de este tipo sin contar con su opinión. En este sentido, desde la concejalía de Urbanismo han informado de que, una vez que los asuntos técnicos y la tramitación de órganos municipales esté avanzada, la iniciativa se presentará públicamente.

En todo caso, ya se sabe que con esta intervención integral se busca mejorar la movilidad y la accesibilidad, así como potenciar el patrimonio y los valores propios de la plaza. Así, se pretende destacar el Arco de San Miguel, el oratorio de Nuestra Señora del Buen Parto, el oficio de los sogueros y la muralla. La plaza del Olivo se sitúa en el corazón del casco histórico de Calatayud y es el epicentro y escenario principal de la famosa recreación histórica de las Alfonsadas. La población que habita en este entorno está en su mayoría envejecida y son familias humildes que quieren que su plaza no pierda su esencia con un macroproyecto urbanístico.

Muy próxima a esta, se encuentra otra emblemática plaza de Calatayud, la de San Andrés. Este espacio marca el comienzo de la antigua judería, cuya principal vía de acceso arranca a través del arco de medio punto de esta plaza para subir por la cuesta de Santa Ana. 

Toda esta zona del casco histórico de Calatayud también está siendo objeto de mejora, en este caso con la señalización de rutas que faciliten la visita turística de la judería bilbilitana. Actualmente se extiende por el barrio de la Consolación, en la parte más alta del sector más antiguo de la ciudad. Junto a la creación de los recorridos, se va a rehabilitar una antigua bodega medieval en el subsuelo de la plaza de la Consolación con la intención de instalar en ella un centro de interpretación.

Estas acciones están más o menos avanzadas, algunas se encuentran en fase de estudio y otras ya están adjudicadas, pero dan una idea de las intenciones que el Ayuntamiento de Calatayud tiene de dar un nuevo aire al casco antiguo. 

Se presentaron hace unas semanas en el Consejo Sectorial del Conjunto Histórico- Artístico y siguen la estela de otras acciones ya materializadas como la rehabilitación de la calle Morería Espinos. La vía conecta con los accesos al castillo Mayor de Calatayud y es una de las más transitadas por los turistas. En marzo comenzaron las obras, dado el grave estado de deterioro que presentaba y, entre otras mejoras, incluyen la renovación del pavimento y el soterramiento del cableado eléctrico.