La imagen del centro de Zaragoza está cambiando de forma sustancial. A la reforma de la plaza de Santa Engracia y las obras en marcha en la plaza Salamero, se suman los cambios que se van a abordar en la calle San Miguel, una actuación integral entre las vías Jerónimo Blancas y Comandante Repollés que van a suponer una inversión de 1 millón de euros.

El objetivo del Ayuntamiento de Zaragoza es potenciar su claro carácter comercial, ampliando el espacio para los peatones,  reduciendo el tráfico rodado e incorporando bancos y elementos verdes. Así lo ha expuesto la consejera de Infraestructuras y vicepresidenta de Ecociudad, Patricia Cavero, que hoy ha presentado el proyecto de reforma de esta calle.

La intervención forma parte de la Operación Calles y su diseño se ha realizado con la participación de la junta de distrito, las asociaciones vecinales y de comerciantes. La consejera ha explicado que la prioridad ha sido ampliar todo lo posible el tramo peatonal y darle uniformidad. Para ello se creará una plataforma única continua desde Jerónimo Blancas hasta Comandante Repollés, mejorando la accesibilidad ya que desaparecerán los bordillos y las barreras arquitectónicas.

La calle será de prioridad peatonal. Únicamente se permitiría el paso de tráfico rodado entre Sancho y Gil y Hermanos Ibarra y el acceso a los garajes autorizados situados entre Santa Catalina y Sancho y Gil. Además, para reforzar la seguridad, se elevará la calzada de las calles perpendiculares justo antes del cruce, lo que obligará a los vehículos a frenar y reducir la velocidad.

Sección de cómo quedará la calle, más peatonal / Ayto. Zaragoza

La reforma permitirá adecuar la calle a la normativa de Bomberos. Los requisitos para desplegar escalas y maniobrar impiden colocar nuevo arbolado, ya que la calle sólo tiene 7,5 metros de ancho. Para mejorar el paisajismo, se colocarán macizos florales con plantas de temporada y arbustos y se mantendrán los cuatro árboles que hay en los cruces. La vegetación irá dispuesta en maceteros con bancos integrados, lo que permite introducir también espacios de descanso para los peatones que ahora no existen. Estarán realizados en chapa de acero corten, hormigón y madera.

El pavimento, por su parte, incorporará un diseño geométrico similar al motivo mudéjar de cordones que todavía se reconoce en algún punto de las deterioradas aceras, como recuerdo del pasado de la ciudad. Además contará con señalización podotáctil y con un diseño diferenciado para las zonas de paso de tráfico, eliminando el adoquinado deteriorado y parcheado con asfalto que genera ruidos y molestias.

CAMBIOS EN LA CIRCULACIÓN

Para reducir el tráfico que circula por San Miguel y avanzar en la prioridad peatonal del entorno, el servicio de Movilidad del Ayuntamiento ha previsto cambios en el sentido de circulación de algunas calles. Se invertirá el sentido de Sancho y Gil y el de Arquitecto Magdalena y Santa Catalina, en este caso para facilitar el acceso a garajes desde la plaza de Los Sitios.

La reforma de San Miguel también supondrá la renovación de toda la red de saneamiento y pluviales, las acometidas a los edificios y el alumbrado público. Además de instalar tecnología led, se eliminarán las farolas de las fachadas y se soterrará su cableado.