El correcto funcionamiento del sistema digestivo tiene un gran impacto en el bienestar integral, tanto físico como emocional. En este sentido, la salud digestiva influye en la prevención de enfermedades, en las defensas, en el comportamiento, en las emociones y está relacionada con la calidad de vida. De hecho, se estima que cuatro de los ocho tipos de cánceres más diagnosticados en el mundo son del aparato digestivo: colorrectal (10%), próstata (6,7%), estómago (5,6%) e hígado (4,7%).

El doctor Javier Fuentes es médico especialista en aparato digestivo y se acaba de incorporar al equipo médico de la Clínica HLA Montpellier. «Es importante modificar y evitar los factores de riesgo, junto con la detección temprana y el tratamiento para reducir la mortalidad de los cánceres», incide el doctor. La patología más frecuente con la que se encuentra son los trastornos funcionales digestivos, que incluyen tanto a la dispepsia funcional como al síndrome de intestino irritable. Son cuadros clínicos que afectan a la calidad de vida y para el diagnóstico, en muchas ocasiones, es necesario realizar pruebas que descarten patología orgánica. «Otros cuadros clínicos cuya incidencia y prevalencia van en aumento son la enfermedad inflamatoria intestinal y la enfermedad hepática metabólica o hígado graso. También estamos viendo un notable incremento de patología biliar (litiasis y sus complicaciones) y pancreática (pancreatitis y cáncer)», explica.

En cuanto a las intervenciones que más se realizan en la especialidad, en primer lugar están los estudios endoscópicos, siendo las más habituales la gastroscopia y la colonoscopia, tanto diagnósticas como terapéuticas. Y también hay otras más complejas, como el abordaje de la vía biliar o la ecografía endoscópica.

OBESIDAD, DIABETES Y ALCOHOL, FACTORES DE RIESGO

Llevar buenos hábitos de vida y una dieta saludable es fundamental para prevenir estas dolencias y también los tumores en el hígado. Una de las causas más habituales de la enfermedad hepática es la derivada del consumo de alcohol que puede conducir a la aparición de cirrosis. «Además, en nuestro entorno de país desarrollado hay una tasa muy elevada de que está asociada a obesidad y a patologías tan prevalentes como la diabetes; en ambos casos la dieta inadecuada juega un papel crítico y, si además se añade consumo de alcohol y tabaco, estamos ante la tormenta perfecta», explica el doctor Fuentes.

Según este experto, el daño hepático es progresivo si no se corrigen estos factores y el riesgo de cáncer hepático es elevado. Además, en la mayoría de las ocasiones, los tumores en el hígado no producen síntomas, por lo que el diagnóstico se hace en estadios avanzados. «Si sabemos que hay una enfermedad hepática crónica se puede hacer una detección precoz con un control periódico y adecuado. Por ello es importante también el diagnóstico de estas patologías a través de gastroscopias y colonoscopias, así como con pruebas de imagen como la ecografía y el TC», añade. Ante el temor de muchos pacientes a este tipo de pruebas endoscópicas, el doctor Fuentes recuerda que la tecnología ha avanzado en relación con el confort. Así, estas intervenciones se realizan ahora con sedación. «En relación con la endoscopia, el desarrollo de la ecoendoscopia, la cápsula endoscópica y la incorporación en un futuro de la inteligencia artificial, aumentarán la calidad de las exploraciones permitiendo diagnósticos más exactos y precoces», apunta.

En el ámbito de los tratamientos, los fármacos “biológicos” para la enfermedad inflamatoria intestinal y la inmunoterapia para el tratamiento del cáncer son avances muy relevantes. «Pero quizá, uno de los cambios más significativos es algo que ya hemos vivido y que casi hemos olvidado, y ha sido la posibilidad de curar la hepatitis C, siendo España uno de los países que primero alcanzará el objetivo de la eliminación que la OMS estableció para 2030″, señala.

Toda la carrera y el desarrollo profesional del doctor Javier Fuentes se ha llevado a cabo en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, tanto en formación especializada como en su trabajo como especialista. «He podido ver todo tipo de patologías en el área de Aparato Digestivo y, en consecuencia, adquirir experiencia», indica. Ahora, con su incorporación al equipo de la Clínica HLA Montpellier afronta un nuevo proyecto personal y profesional con ilusión. «Espero poder aportar mi granito de arena para cubrir las necesidades de asistencia de los pacientes con patología digestiva y considero que mi formación como hepatólogo es un plus adicional a las prestaciones que actualmente tiene este centro, que además goza de gran prestigio dentro y fuera de nuestra Comunidad».