Diez trabajadores y cinco residentes del centro para discapacitados Reina Sofía de Monzón (Huesca) han dado positivos en coronavirus, todos sin síntomas.


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La alarma, según ha explicado Miguel Ángel López, gerente de la Fundación Valentia, que gestiona el centro, saltó cuando una de las trabajadoras de noche del centro dio positivo en COVID-19.

Entonces se aislaron todos sus contactos y se hicieron las pruebas a los 45 trabajadores y a los 92 residentes. Diez y cinco, respectivamente, dieron positivo, pero ninguno de ellos presentaba síntomas.

Los trabajadores permanecerán en sus domicilios, aislados durante diez días, y los residentes en una zona preparada al efecto en el centro, durante catorce, ha relatado.

MONZÓN, EPICENTRO DEL REBROTE

Monzón es la capital de la comarca del Cinca Medio, una de las cuatro aragonesas, (junto con La Litera, Bajo Cinca y Bajo Aragón-Caspe) que han retrocedido a la fase 2 de la desescalada para intentar contener los brotes de la covid-19 que se han producido en esas zonas, asociados a personas migrantes que trabajan en la recogida de la fruta.

Por tanto, según López, es probable que el primer contagio sea un «coletazo» de esos casos declarados en estas comarcas.

Miguel Ángel López ha recalcado que la situación del centro es «normal», que todas las personas que han dado positivo están asintomáticas y que ahora tienen la tranquilidad de saber que el resto de trabajadores no están infectados, puesto que todos se sometieron a las pruebas.

Se han seguido todos los protocolos y tomado las medidas de seguridad necesarias, según López, quien ha insistido que el centro está «perfectamente preparado» para asumir un brote, con buen suministro de equipos de protección individual y mascarillas.


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Las visitas que se habían reanudado con la llegada de la fase 3 han vuelto a ser canceladas, debido a que Monzón es una de las localidades que ha retrocedido a la fase 2.

Las medidas de seguridad que se han tomado durante la pandemia y la capacidad de respuesta han hecho posible que este brote esté controlado, ha concluido el gerente de Valentia.