Como un jarro de agua fría. El conflicto de Ucrania ha supuesto que la confianza de los empresarios aragoneses pegue un bajón importante, si bien se sigue manteniendo en valores positivos. Pero la euforia se ha convertido en un moderado optimismo.

Así lo indica el último Índice de Confianza Empresarial que elabora la Fundación Basilio Paraíso e Ibercaja, correspondiente al primer trimestre de 2022 con previsiones para el segundo trimestre. Con datos obtenidos de encuestas realizadas entre el sector empresarial de la provincia de Zaragoza, el indicador, pese a retroceder, y alcanza un registro de 2,5,  un valor positivo pero ostensiblemente inferior a los dos anteriores Indicadores, que estaban en el entorno de 8.

Por el momento, las previsiones económicas sostienen que el PIB crecerá en 2022, tanto en España como en Aragón, si bien es cierto que se desprende una mayor confianza respecto del trimestre recién concluido que en relación con las expectativas sobre el segundo.

Por sectores, los empresarios del sector industrial son de forma significativa menos optimistas que los del sector servicios respecto del segundo trimestre, pero más optimistas respecto del primer trimestre recién acabado. Dicho lo cual, la mayor incertidumbre y debilitamiento del entorno económico motiva un claro descenso de ambos subíndices.

Tal y como viene siendo manifestado de manera recurrente por los empresarios aragoneses, más de cuatro de cada diez (43,2 %) identifican la insuficiencia de demanda como la causa principal que impacta negativamente en el crecimiento de su actividad. Le sigue la falta de mano de obra cualificada (14,4%), y el aumento de la competencia es el tercero de los factores, mencionado por más del 12% de las empresas.