Alemania y Francia ya han decretado el confinamiento de la población en sus domicilios para frenar el aumento de contagios. Pero sobre todo con la vista puesta en salvar la campaña de Navidad para la economía de sus países.
Angela Merkel anunció ayer el cierre de bares y restaurantes, cultura y ocio, pero deja abiertos comercios y escuelas durante un mes para que la economía se estimule en Navidad. «Tenemos que actuar ahora para evitar una emergencia sanitaria nacional«, dijo la canciller.
En la misma actitud, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha declarado este miércoles un confinamiento a nivel nacional para combatir el coronavirus. Entrará en vigor este viernes y permanecerá vigente «como mínimo hasta el 1 de diciembre«, ha afirmado el presidente. «Tras haber consultado a los científicos y dialogado con las fuerzas políticas, económicas y sociales, he decidido que hay que volver a partir del viernes al confinamiento que paró el virus»