El Consejo de Ministros ha aprobado que el contagio por COVID sea reconocido como enfermedad profesional para el personal de la Sanidad, como reivindicó la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas, desde el inicio de la pandemia.
Sin embargo, ¿dónde está el límite? Según reclamó CSIF hace meses al Gobierno de España, se debería considerar enfermedad profesional para todas las personas trabajadoras que por su actividad profesional durante estas semanas haya están estado expuestas al virus, tal y como solicitó la Organización Mundial de la Salud el 28 de abril de 2020. ¿Eso debería incluir a los profesores? ¿Quizá a los camareros o al personal de un supermercado?
En este sentido, uno de los colectivos que más está reivindicando este derecho es el colectivo policial. El Sindicato Unificado de Policías (SUP) ha instado a la dirección del cuerpo a modificar la consideración que tiene el contagio por COVID-19 de los agentes en el trabajo, de forma que deje de ser un accidente laboral para ser valorado como enfermedad profesional.
El sindicato policial señala que las bajas laborales de los funcionarios deben ser consideradas como enfermedad profesional para así reforzar y garantizar la cobertura integral de las necesidades médicas. Principalmente, según subraya SUP, no se conoce realmente las secuelas físicas o psicológicas o enfermedades secundarias a largo plazo que pueden considerar los contagios por COVID.
ESPAÑA, LÍDER DE CONTAGIOS EN SANITARIOS
España sigue siendo, casi como desde el primer día de pandemia, el primer país del mundo con más contagios entre el personal de la Sanidad. Sólo en la última semana se han infectado otros 5.997 trabajadores en todo el país. La cifra de contagios, por otro lado, supera los 118.000 desde el inicio de la pandemia.