Los efectos de la guerra de Ucrania ya están dejando síntomas en la economía aragonesa, más allá de los costes disparados de energía. Son especialmente vulnerables aquellas empresas con un fuerte componente exportador y, como han explicado desde la Cámara de Comercio, también compañías textiles, vinícolas, de productos farmacéuticos o de automóviles se podrían ver afectados por las restricciones.

Respecto a los automóviles, ya lo avanzaba un estudio en el que ha participado el Clúster de Automoción de Aragón (CAAR), que atestiguaba que el 90% de las empresas del sector ya lo están notando, principalmente en sus exportaciones e importaciones. Según este análisis, donde se ha encuestado a empresas del automóvil de toda España, más del 30% de las mismas prevé que las sanciones económicas impuestas a Rusia tendrán impacto también aquí.

Por su parte, CEOE Aragón también ha mostrado «preocupación» por el conflicto y su derivada económica. No obstante, señalan que las relaciones exteriores de Aragón con Rusia son de «escasa relevancia» (Rusia supone el 0,87% de las exportaciones totales aragonesas, por valor de 125,7 millones de euros; y Ucrania representa el 0,25%, por valor de 35,5 millones).

150 EMPRESAS QUE EXPORTAN A RUSIA

Las Cámaras de Comercio, en permanente comunicación con la Dirección General de Comercio Internacional e Inversiones del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo de España y conscientes de las dudas y la incertidumbre generadas entre el tejido empresarial, se ponen a disposición de las empresas aragonesas para informar y asesorar sobre las consultas en sus operaciones con Rusia y Ucrania.

Aunque son alrededor de 150 las empresas aragonesas que exportaron a Rusia, únicamente algo más de 50 tienen la consideración de exportadores regulares, representando el 97% del total exportado. Por lo que respecta a los productos importados, fundamentalmente se compran productos del sector de alimentación y bebidas, casi el 50% del total importado, y componentes y suministros industriales.  En total algo más de 23,5 millones de euros.

Más allá de estos datos, es complicado hacer una valoración sobre el impacto que tanto las sanciones actuales como las que eventualmente se pueden establecer tanto por parte de la Unión Europea como por parte de Rusia pueden afectar al tejido empresarial. La 327/2022 del Consejo Europeo de 25 de febrero y el Reglamento 328/2022 por los que se establecen medidas financieras y restricciones motivadas por las acciones de Rusia, imponen restricciones fundamentalmente en los sectores relacionados con la defensa, la energía, la aviación y las finanzas.

Estas prohibiciones incluyen la exportación de productos y tecnologías específicos para su uso en refinado de petróleo, la aviación y la industria aeroespacial, así como la prestación de servicios relacionados con estas industrias. Asimismo, establecen nuevas restricciones a las exportaciones de productos y tecnología de doble uso y a la prestación de servicios relacionados.  Se incluyen en este concepto las exportaciones de productos y tecnologías que puedan contribuir a la mejora tecnológica por parte de Rusia de su sector de defensa y seguridad.

Una primera valoración del impacto para las exportaciones aragonesas y de nuestro país en general de las sanciones a Rusia es la importante afectación para las empresas exportadoras de productos de la partida arancelaria 84 “Máquinas y aparatos mecánicos”.  Esta partida comprende numerosos productos calificados como “material de doble uso”, cuya exportación ha de someterse a aprobación de la Junta Interministerial para el Comercio y Control de Material de Defensa y Tecnologías de Doble Uso (JIMDDU), algo que dada la situación de embargo a Rusia de material de defensa por parte de la UE puede suponer un importante problema.

En lo que se refiere a las importaciones, Rusia es el tercer proveedor de España de combustibles y gas. Aunque España no depende energéticamente de Rusia, cualquier tipo de sanción de la UE sobre el sector energético ruso nos afectaría tanto directa como sobre todo de forma indirecta por la alta dependencia de alguno de nuestros socios comunitarios de los hidrocarburos procedentes de Rusia.

Otra cuestión a la que la Cámara está especialmente atentos es al establecimiento de eventuales restricciones o embargos por parte de Rusia de productos procedentes de la Unión Europea.  Como ya sucedió en 2014, algunas de las principales partidas de exportación aragonesas, como prendas de vestir, vino, productos farmacéuticos, automóviles o repuestos, tal como se ha indicado, podrían verse afectados.