Rusia insistió en que la existencia de armas nucleares de Estados Unidos en Europa es inadmisible y volvió a exigir garantías de seguridad a la OTAN, en un videomensaje del ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, acerca de la ofensiva rusa en Ucrania. «Para nosotros es inaceptable que, contrariamente a las disposiciones fundamentales del Tratado sobre la No Proliferación de las armas nucleares, las armas nucleares de los Estados Unidos sigan estando ubicadas en el territorio de varios países europeos», dijo Lavrov. «Ya es hora de que las armas nucleares estadounidenses se lleven a casa y la infraestructura asociada en Europa se desmantele por completo», señaló.

La acción rusa del gobierno, también denominado Kremlin por ser el conjunto de edificios políticos del centro de Moscú, «es particularmente relevante ahora que Ucrania está siendo arrastrada hacia la OTAN y está recibiendo armas», señaló en un videomensaje que fue boicoteado por numerosas delegaciones de países occidentales que abandonaron la sala del Consejo durante la intervención de Lavrov. «Los neonazis tomaron el poder en 2014 y esta ocupación debe parar», subrayó Lavrov, refiriéndose a Ucrania como el país que está ocupando un territorio que pertenece a Rusia. A su vez, acusó a Kiev de imponer un «régimen de terror» que reprime la utilización de la lengua rusa en las escuelas o lugares de trabajo o confisca los bienes de iglesias ortodoxas. El silencio de Occidente muestra el «doble rasero de Estados Unidos y sus aliados, quienes han causado miles de víctimas en Yugoslavia, Libia o Afganistán», comentó el jefe de la diplomacia rusa, quien añadió que el objetivo actual de Washington y sus socios es «crear una Antirrusia».

LA ORDEN DEL KREMLIN

El Kremlin declaró este martes que si el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, diera la orden a las tropas del país de deponer las armas, «no habría víctimas» en Ucrania. «Él puede dar la orden de deponer las armas, entonces no habrá ninguna víctima», dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, durante su rueda de prensa diaria. Peskov declaró no obstante que considerá a Zelenski como el presidente legítimo de Ucrania, pese a sugerir en el pasado que los militares ucranianos deben «tomar el poder en sus manos».

Con todo, por el momento no está agendada ninguna conversación telefónica entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo ucraniano, precisó. Peskov también afirmó que por el momento es «prematuro» valorar el resultado de las primeras negociaciones entre las partes que tuvieron lugar la víspera en la frontera bielorruso-ucraniana. El portavoz de la Presidencia rusa también comentó la avalancha de sanciones que han impuesto países occidentales a individuos y empresas rusas a raíz de su intervención en Ucrania y restó importancia a las restricciones.

«Posiblemente, creen que a través de las sanciones nos harán cambiar de opinión. Pero es evidente que no hay nada que hablar aquí, nadie va a cambiar su postura consecuente», afirmó Peskov, uno de los funcionarios de alto nivel sancionados también por Occidente. Peskov afirmó que «si quieren castigar a alguien, que lo hagan», puesto que las personas que son blanco de restricciones no tienen «ni activos, ni cuentas» en Occidente. «A mí no me afectan» las sanciones, insistió al ser preguntado si la medida, ordenada por varios países, ha repercutido en su día a día.