El hundimiento de una parte del pavimento de la plaza del Pilar ha obligado al Ayuntamiento de Zaragoza a acometer la sustitución de una tubería de alcantarillado, que ha sido la causante de filtraciones y de que hayan aparecido grietas en las baldosas. Las obras se desarrollarán a lo largo de mes y medio y hacia finales de julio estaría completada la renovación de la tubería que lleva a cabo la contrata municipal para este tipo de reparaciones, a instancia de Ecociudad y del área de Infraestructuras del Ayuntamiento de Zaragoza.


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El tramo afectado es unos cien metros y discurre en paralelo de forma longitudinal a lo largo de toda la fachada del Ayuntamiento de Zaragoza, hasta la calle Milagro de Calanda que comparte con la Basílica del Pilar. Fuentes del Consistorio de la ciudad han precisado que el hundimiento del embaldosado no afecta a los edificios colindantes, ni a la Basílica del Pilar, ni tampoco al propio consistorio ni al parking subterráneo.

Esta tubería de alcantarillado presenta filtraciones debido al deterioro de su estado y ha provocado la deformación de las baldosas, que, a su vez, se embalsan de agua en caso de lluvia, y afecta a la estabilidad del terreno donde se asientan.

Se ha decidido acometer la obra en estas fechas porque se necesita de un plazo suficientemente amplio en el que no concurran eventos y con la vista puesta en las Fiestas del Pilar, que se retoman en octubre después de dos años de suspensión por la pandemia de coronavirus.