El glaciar de La Maladeta, en el macizo del Pirineo aragonés, ha perdido a lo largo de 2019 alrededor de 1,49 hectáreas de hielo, un proceso de retroceso que ha provocado desde el año 1991 un descenso del 60 por ciento de su superficie, de 50 a 20 hectáreas en este periodo de tiempo.


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Estos datos han sido obtenidos por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en la última campaña de mediciones que se iniciaron hace 28 años para evaluar el balance de masa y movimiento del hielo en el glaciar de la Maladeta.

Según informa el Organismo de cuenca, que remitirá esta información a la base de datos mundial del World Glacier Monitoring System (WGMS), la campaña de 2019 arroja el quinto peor balance general registrado desde que se iniciaron las mediciones en la Maladeta.

En lo que respecta a los espesores del hielo, las mediciones realizadas presentan una pérdida media de 182 centímetros, que en el frente del glaciar alcanza los cuatro metros.

El glaciar La Maladeta retrocede su espesor de hielo a un ritmo vertiginoso / HOY ARAGÓN

Las balizas instaladas en el hielo han avanzado este año una media de 2,81 metros y ha perdido una media de 1,79 metros de espesor respecto a 2018, provocando un retroceso de 220 metros en el frente del glaciar desde las primeras mediciones realizadas en 1991.

Estos datos, para cuya elaboración se ha contado con el apoyo de un dron, se suman a los ya dados a conocer por organismos especializados, entre otros el elaborado por cien expertos para el Observatorio Pirenaico del Cambio Climático, que advirtió recientemente que la mitad de los glaciares pirenaicos han desaparecido en los últimos 35 años, y que solo quedan 19.

Debido a la acción del cambio climático, estos expertos valoraron la posibilidad que el glaciar de la Maladeta podría perder toda su masa de hielo en dos o tres décadas, situación similar que afecta a los del Aneto o Monte Perdido y que evidencia los efectos del calentamiento global en esta cadena montañosa