El alcalde de Lleida y presidente del PSC (Partido Socialista de Cataluña), Àngel Ros, replicó ayer al presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, que en el litigio por los bienes de Sijena las instituciones catalanas tienen también «argumentos a su favor» y que esta cuestión aún tiene «recorrido jurídico».

Las explicaciones de Ros han supuesto un jarro de agua fría en el seno del Partido Socialista de Aragón. Hasta el punto que, según fuentes del entorno de Javier Lambán, «el PSC está adquiriendo las peores dotes de la independencia«. En este caso, según apuntan, la «desobediencia» a una sentencia judicial que exige las vuelta de los bienes a su legitimo propietario: Aragón.

EL PRIMER ACTO DE REBELDÍA

El presidente aragonés afirmó hace escasos días que la negativa de la Generalitat de Cataluña a cumplir la sentencia que obliga a devolver a Aragón los bienes religiosos del Monasterio de Sijena es el «primer acto de rebeldía» independentista respecto a España y al Estado de Derecho.

Es por eso que las declaraciones de Ros -en Catalunya Radio- han reabierto unas heridas todavía no cerradas entre el PSOE-Aragón y el PSC. De hecho, las relaciones entre ambos partidos pese a su cordialidad en lo oficial están más que enquistadas.

El líder aragonés admitió abiertamente que para la identidad nacional del PSOE, el PSC se ha convertido en un «problema serio» que daña las expectativas electorales del Partido Socialista en toda España. Sin duda, es el ejemplo más claro en la mala sintonía política entre el PSOE y el PSC.

Y ahora, la negativa del PSC de acatar la resolución judicial en el conflicto por los bienes de Sijena abre el debate interno en el PSOE. «¿Es lógico que un partido que defienda el Estado de Derecho quiera quebrantar una decisión judicial poniendo en jaque a su partido hermano en Aragón?», se preguntan las citadas fuentes.

«MUCHO RECORRIDO JURÍDICO»

La posición de Àngel Ros, que se hace extensiva al PSC, abre el debate de perfil sobre la posición del PSC con la independencia de Cataluña. Según Ros, el conflicto de los bienes debe resolverse «por la vía del diálogo como en el caso de la independencia». Es decir, eludiendo cumplir una sentencia firme del juzgado oscense que exige la devolución de los bienes a Aragón.

En opinión de Ros, queda «aún mucho recorrido jurídico como para decir que hay que ejecutar cautelarmente una sentencia que generaría situaciones irreversibles». Y matiza: «En Cataluña, creemos que nos asiste el derecho«.

Según Ros, «el arte originariamente de la Franja que tenemos en el Museo de Lleida o en otros sitios de Cataluña fue adquirido con todas las garantías desde todos los puntos de vista».

«Si los obispos de Lleida, empezando por el obispo Meseguer, no hubiesen tenido un actitud proteccionista y de dar valor a esas obras, en estos momentos estarían en cualquier anticuario europeo o americano«, señaló.