Los escudos constitucionales de España y de Navarra ya presiden una de las entradas al Puente de Santiago de Zaragoza. Con esta medida, se dice adiós a los escudos de simbología franquista que presidían el puente zaragozano.

Tras su retirada -activada hace semanas- han quedado como parte del catálogo de vestigios de la Guerra Civil y la dictadura franquista.


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Este céntrico puente, construido en 1967 y que sirve de entrada a la ciudad además de ser la principal vía que cruza el Ebro, está presidido por los escudos de España y de las principales provincias atravesadas o a las que afecta el río -Santander, Palencia, Burgos, Álava, Logroño, Navarra, Zaragoza, Huesca, Lérida y Tarragona-, así como por las conchas del Camino de Santiago y la Cruz de este santo.

También aparecen placas que hacen referencia al Ministerio de Obras Públicas, al Ayuntamiento de Zaragoza y al año de su inauguración.

MEMORIA HISTÓRICA

Concretamente, el escudo nacional incorporaba la leyenda ‘Una, grande y libre’, el Águila de San Juan franquista y el yugo y las flechas, mientras el de Navarra incluía la cruz laureada de San Fernando, concedida por el dictador.

La retirada de la simbología fascista y su sustitución por el emblema constitucional se ha producido a solicitud del Gobierno de la Comunidad Foral, por lo que a la inauguración oficial de las nuevas placas ha acudido la consejera navarra de Relaciones Ciudadanas e Institucionales, Ana Ollo, además de miembros de asociaciones memorialistas.

Allí, el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha destacado también el cumplimiento de las obligaciones en materia de memoria histórica, especialmente en un puente que es un Bien de Interés Cultural y que es una entrada a la ciudad en la que están representadas las siete comunidades autónomas que atraviesa el río Ebro.

Según Santisteve, es «lógico» que la gente que pasea por este lugar se encuentre con los escudos presentes actualmente y no con la simbología preconstitucional.

Por su parte, la consejera navarra ha agradecido la «sensibilidad» y el «compromiso» demostrado por el Ayuntamiento de la capital aragonesa tras la petición de su Gobierno.

UN ESCUDO QUE EXALTA LA VIOLENCIA

La política navarra ha considerado que la cruz laureada, al ser un símbolo que Franco concedió al territorio foral por la contribución de los voluntarios navarros en el bando franquista exaltaba la violencia y era una herramienta que legitimaba sus intereses políticos.

Así, ha señalado que desde el Gobierno de Navarra trabajan por recuperar el espacio democrático y por retirar la simbología franquista por lo que significa de exaltación de la violencia, como han hecho ya en varios lugares de la Comunidad Foral o en su petición al Ayuntamiento de Zaragoza.

Los trabajos de reposición se han iniciado a primera hora de la mañana por parte de los técnicos municipales de patrimonio, que han colocado los nuevos emblemas constitucionales: dos fundiciones en bronce de similares características a los anteriores.

El escultor que los ha realizado, Frank Norton, es residente en Zaragoza y ha restaurado otras piezas artísticas situadas en espacios urbanos de la ciudad, como el monumento en la Plaza de José Sinués y Urbiola o la Fuente del Buen Pastor del Paseo de la Constitución