El río Ebro a su paso por la capital aragonesa tiene un caudal de 1.966,88 metros cúbicos por segundo en este episodio de avenida extraordinaria que se inició la semana pasada. Se espera que los máximos se alcancen a lo largo de esta tarde en este término municipal.

Según los últimos datos publicado por el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Ebro, el río alcanza una altura de 5,22 metros en la ciudad de Zaragoza, a las 9.00 horas de este martes, mientras que a las 8.00 horas era de 5,20 metros y con un caudal de 1.956,80 metros cúbicos por segundo.

Por su parte, en el tramo medio del Ebro, la tendencia es de bajada, hasta aguas abajo de la estación de Alagón (Zaragoza), que ha alcanzado el máximo este lunes, a las 22.00 horas, con una altura de 7,81 metros.

En Tudela (Navarra), el río posee un caudal de 1.308 metros cúbicos por segundo y una altura de 3,15 metros, según los últimos aforos registrados. Una hora antes, a las 8.00, tenía 1.348 y 3,22 metros.

UNA CRECIDA DE 36 HORAS

El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha explicado que la previsión es que a primeras horas de la tarde llegue a la capital aragonesa la punta máxima de la crecida extraordinaria del río Ebro, que podría alcanzar los 2.050 metros cúbicos por segundo, un pico que mantendrá el volumen de agua durante 36 horas.

En declaraciones a los medios de comunicación, tras presidir una reunión de coordinación del Plan Municipal de Emergencias por la avenida, en el Parque 1 de Bomberos de Zaragoza, el alcalde ha señalado que desde este martes y durante todo este miércoles «es previsible que existan riesgos» en la ciudad y «pedimos a los vecinos que estén atentos, sean precavidos y que tengo mucho cuidado».

Azcón ha precisado que esta jornada «es el día más importante de la crecida», y si bien la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) «ha rebajado en algo las previsiones que había» y la cantidad de agua que va a pasar «va a ser inferior» de la que se había estimado, algo que hace estar «algo más optimistas», hay que seguir «alerta».

Ha añadido que los zaragozanos han de ser conscientes «de que va a ser una crecida muy importante, que puede significar riesgos y que hay que alejarse de todas aquellas zonas del cauce que estén balizadas por parte de Bomberos y de la Policía Local».

VIGILANCIA

El alcalde ha indicado que desde este lunes una patrulla de la Policía Local está vigilando de forma permanente el Tercer Cinturón en el tramo de Vadorrey, un punto que ha habido que cortar en riadas anteriores, en los años 2015 y 2017.

En esta ocasión, se está a la espera de cómo evoluciona la crecida. «Hasta que no llegue esa punta es una decisión que no se va a tomar» para tratar de «evitar las mayores afecciones a los ciudadanos». No obstante, en el momento en el que la Policía o los servicios de emergencia constaten que es necesario cortarla, se hará «para evitar cualquier tipo de posible daño», ha añadido el alcalde.

Azcón ha comunicado que el «punto de mayor tensión» este martes es ese, pero también se está pendiente de todas las zonas que han resultado dañadas en riadas anteriores, como Alfocea, Movera y otros barrios rurales.

Además, ha precisado que el patio del colegio Jerónimo Zurita se ha inundado, como se preveía. El Ayuntamiento avisó al Gobierno de Aragón y éste ha suspendido las clases presenciales este martes y miércoles, jornadas en las que se va a impartir de forma telemática.

ANTICIPACIÓN

El alcalde de Zaragoza ha subrayado de que las medidas de anticipación adoptadas por el Consistorio «están siendo efectivas», como los aparcamientos alternativos o la evacuación de muchas familias de urbanizaciones y núcleos urbanos que se esperaba que resultaran afectados.

«Tenemos que estar relativamente satisfechos los servicios municipales» por esta labor, ha manifestado Azcón, que ha incidido en que los servicios de emergencias municipales «han actuado con mucha más antelación de lo que lo hicieron en el pasado y eso ha hecho que las afecciones preveamos que vayan a ser mucho menores, con mayor volumen de agua».

No obstante, ha remarcado que hay que «prudentes», seguir actuando con la misma previsión ya que todavía «no se pueden lanzar las campanas al vuelo porque la punta de la riada está por llegar, pero hoy las previsiones son más halagüeñas», ha reconocido.

«El río es impredecible y los zaragozanos conocen bien todo lo bueno que trae a nuestra ciudad, pero también estos momentos de tensión, estas riadas» y por eso la precaución «tiene que ser la norma cotidiana en el día de hoy y durante las próximas 36 horas, que va a durar esta riada como mínimo».