El candidato de Chunta Aragonesista (CHA) a la Presidencia de la comunidad autónoma, José Luis Soro, ha sostenido que en un momento «en el que todo el mundo usa la posee aragonesista, con poquísima credibilidad en la mayoría de los casos, nosotros somos pata negra» y se presentan a estos comicios, tras ocho años en el Gobierno, en los que han desplegado políticas «muy ambiciosas y complicadas de iniciar», logrando implementar proyectos «que van a transforman estructuralmente» Aragón.

«El aragonesismo no solo es una cuestión identitaria de signos y banderas», también es entender que son las comunidades autónomas las que garantizan los derechos del estado del bienestar y es defender la igualdad de oportunidades, «vivas donde vivas», ha expuesto el candidato en una entrevista concedida de Europa Press.

Para Soro, quien ha sido en los últimos ocho años el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, en el impulso a proyectos como la mejora de las carreteras «hay una componente ideológica porque es puro aragonesismo», para garantizar el derecho a la movilidad, un aragonesismo que piensa «en todo el territorio y en generar condiciones de vida equivalentes».

En estas elecciones, su objetivo es «ser determinantes para volver a conformar un gobierno de progreso y sensibilidad aragonesista» y se ha mostrado confinado en que se reeditará un Ejecutivo «no exactamente igual que el actual –conformado por PSOE, Podemos, CHA y PAR–, pero parecido».

Ha añadido que no puede haber una mayoría alternativa para un gobierno de progreso, si no está CHA, por su aragonesismo y porque son un partido «de gente honrada»: «No es verdad que todos somos iguales», esa es la «excusa» de quienes votan a corruptos, es «triste» que los haya y «están más cómodo pensando que todos somos iguales», ha esgrimido Soro.

CHA CRECERÁ EN REPRESENTACIÓN

El candidato ha vaticinado que en estas elecciones municipales y autonómicas «CHA va a crecer en votos, en escaños», con la perspectiva de pasar de los tres actuales a cinco o seis «y vamos a recuperar la representación municipal que perdimos hace cuatro años» en ayuntamientos como los de las ciudades de Zaragoza y Huesca, y en «muchos otros».

Soro ha reconocido que la noche del próximo 28 de mayo «vamos a pasar muchos nervios porque van a ser unas elecciones muy ajustadas» y «dice mucho de Aragón que estemos sin saber qué va a pasar, con la seguridad de que no va a haber mayorías absolutas; somos una sociedad plural, diversa y el país del pacto» y «vamos a estar a la altura de nuestro legado histórico».

«Veremos cómo queda el resultado final, pero es muy posible que Teruel Existe obtenga representación en la provincia turolense» y si bien ha expresado su rechazo a que esta agrupación electoral diga que no tiene ideología, también ha manifestado que en ningún caso va a gobernar con VOX y «lo natural es que pueda formar parte de la mayoría del gobierno progresista».

Si eso ocurre, «habrá que pasar de las musas al teatro porque no puedes gobernar solo pensando en el 10% de la población aragonesa» y «entenderán que hay muchísimas cosas que no se hacen porque no se puede» por motivos legales, por carecer de competencia o por no tener capacidad financiera suficiente, ha sostenido Soro.

UNA PATRAÑA

Soro ha considerado que el infierno fiscal del que hablan PP y VOX «es una auténtica patraña» y ahora, con la última reforma del IRPF en Aragón, «estamos por debajo de la media del país». En todo caso, ha abogado por recaudar a través de un sistema tributario equitativo, en el que todo el mundo pague. «La derecha no quiere impuestos porque defiende intereses de clase y de quienes se pueden pagar servicios privados», ha apuntado.

Para el candidato de CHA, que haya un sistema tributario justo que consiga redistribuir la riqueza es «de primero del constitucionalismo». La clave, ha estimado, está en recaudar mejor, evitar el fraude fiscal y avanzar «todavía más en un sistema progresivo».

Ha reclamado, igualmente, autonomía financiera y un sistema tributario propio en un país como España que desde el punto de vista político es homologable a los Estados federales.

En estos momentos, ha afirmado, el sistema de financiación autonómica «es una máquina de generar despoblación, injusticia y desequilibrios» porque solo prima la población y debería ser un asunto prioritario en la próxima legislatura, «si algún Gobierno central se atreve, de verdad, a abrir el debate con voluntad de aprobarlo».