Las obras del embalse de Mularroya, que servirán para crear 5.000 nuevas hectáreas de regadío en la comarca del Valdejalón, tan vinculada a la agroalimentación, se desarrollan en plazo, por lo que está previsto que esta obra hidráulica, incluida en el Pacto del Agua, se termine completamente en 2022.

La presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Dolores Pascual, ha asegurado que «en principio» se maneja esa fecha, aunque ha añadido que el desarrollo normal de la obra depende de la ejecución de las «medidas compensatorias».


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Pascual ha acompañado este sábado al presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, en una visita a las obras del embalse, junto a la delegada del Gobierno en Aragón, Carmen Sánchez y el presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero.

Allí ha resaltado que esta infraestructura hidráulica es una «gran obra de ingeniería» y un proyecto «estratégico» tanto para la cuenca del Ebro, como para toda la Comunidad aragonesa.

Esta presa, ha agregado, pretende «garantizar» la viabilidad de los cultivos de la cuenca del Jalón, una actividad que a su vez crea empleo especializado en la industria de la agroalimentación, además de fijar población en el territorio.

También el presidente aragonés, Javier Lambán, ha insistido en la importancia estratégica de la agroalimentación como elemento para combatir la despoblación: «es el sector que más positivamente desparrama sus beneficios a lo largo y ancho del territorio».

«Pero cuando hablamos de producir alimentos se olvida con frecuencia que, para ello, hay que regar y regular, y disponer de embalses», ha rematado. Y ha recordado que esta obra permitirá crear 5.000 nuevas hectáreas de regadío de nuevos cultivo, además de afianzar las 20.000 existentes.


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Pero para que esto sea posible es «fundamental» la colaboración del Gobierno de España, que, según Lambán, está cumpliendo «a la perfección» sus obligaciones en las obras del Pacto del Agua.

EL HORIZONTE DE 2022

El embalse de Mularroya se ha proyectado con una capacidad de 103 hm3 e incluye cuatro actuaciones generales: el azud de derivación en el río Jalón; el túnel de trasvase y la presa en el río Grío. Contempla también las variantes de la carreteras N-II y la autonómica A-2302, recuerda el Gobierno de Aragón en una nota.

La presa está prácticamente terminada y los trabajos se centran en la coronación de la presa, cuya finalización está fijada para marzo de 2019. Así, está previsto que este mes de julio finalicen completamente los trabajos de la presa y que en agosto se implante el Plan de Emergencia en su totalidad.

Además, los trabajos en el azud, una obra que permitirá trasvasar agua del río Jalón desde Embid de la Ribera hasta el vaso del futuro embalse, comenzarán en agosto de 2020 con un plazo de ejecución que se alargará hasta noviembre de 2022.


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Por otro lado, en cuanto al resto de obras del Pacto del Agua, el recrecimiento de Yesa está ejecutado al 68% con el cuerpo de la presa prácticamente terminado.