Febrero concluye con un descenso continuado de la transmisión de contagios de COVID-19, hasta una incidencia por debajo de los 200 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días, y de la presión en hospitales y en UCIs, aunque la caída de estos indicadores no se ha reflejado en la mortalidad, la más alta en un mes desde el pasado abril y que concentra en torno a un 15 % de los fallecimientos totales.


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Las autoridades sanitarias de Aragón han notificado 130 nuevos contagios detectados el sábado, 57 menos que los confirmados un día antes, con una positividad del 7,68 % resultado de 1.692 pruebas diagnósticas, y ningún fallecido.

Los datos de este sábado son los más bajos notificados en Aragón desde el pasado 26 de diciembre, antes de la última noche del año cuando en ese tiempo de reuniones y celebraciones navideñas se relajaron las medidas sanitarias. En ese momento se detectaron 103 casos.

Según los últimos datos facilitados por Sanidad el pasado viernes, febrero, que comenzó con una incidencia acumulada de 865 casos, se situaba a día 26 en 193 (una cifra similar a la de mediados de diciembre); la presión en los hospitales había pasado del 24,9 % al 9,6 % y en las ucis descendió desde el 45,3 % al 28,7 %.

Pero el segundo mes de año termina con unas cifras muy elevadas de fallecimientos al concentrar un 15 % (más de 10.000) de los 69.142 decesos registrados desde el inicio de la pandemia según siempre los datos de Sanidad, el mayor porcentaje de los cuales ha tenido lugar en Madrid, Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana, Castilla y León y Castilla-La Mancha.

PRUDENCIA EN LA DESESCALADA

El presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Amós García, se ha mostrado contrario a la posibilidad de que se cree un «pasaporte covid» para poder viajar, ya que ha dicho en una entrevista a Efe que le disgusta la idea, entre otras cosas porque alimenta «la brecha social» entre países ricos y pobres.


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García ha repasado la situación epidemiológica actual de España y aunque reconoce que los datos de contagios están bajando advierte de que «aún nos queda un precipicio hasta llegar a una base de normalidad«, con lo que insiste en la importancia de la prudencia en el proceso de la desescalada.

Ha dicho que no tiene ninguna evidencia científica que permita afirmar «con rotundidad» que llegará una cuarta ola después de Semana Santa a pesar de que ha admitido su preocupación de que en esas fechas aumente la movilidad y, por tanto, los contagios.

Lo que paradójicamente, en el caso de Aragón, también se notifica que a día de hoy, según los últimos datos de la evolución de la pandemia, la comunidad aragonesa registra los mejores datos de contagios desde el mes de julio. Concretamente desde el día 13 de julio, al estar por debajo de los 80 contagios.