Los trabajadores del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental- INAGA-, entidad de derecho público encargada de las tramitaciones ambientales en Aragón, han salido a defender a los funcionarios purgados y señalados por el Ejecutivo de Lambán, los cuales rechazaron varias tramitaciones de proyectos de renovables.

Todo esto sucede en plena polémica por las sospechas de irregularidad en la autorización de mega parques de renovables de la empresa Forestalia y las estrechas vinculaciones del Ejecutivo de Lambán con consultores externos de la citada empresa. El fraccionamiento de parques de renovables para facilitar la tramitación o el conflicto de intereses que surgen sobre la DGA y Forestalia está alterando la recta final de la campaña electoral.

«Nos vemos obligados a realizar este comunicado a raíz de las informaciones publicadas en prensa en estos últimos días, en especial por las palabras vertidas en la rueda de prensa del 23 de mayo de 2023, por parte de su Director y en especial, a los motivos aludidos para justificar los ceses del anterior secretario del Instituto y de dos jefes de área», han iniciado el comunicado al que ha tenido acceso HOY ARAGÓN.

«Por ello, entendemos que es necesario aclarar que la falta en el cumplimiento de las obligaciones por parte de estos compañeros es más que difamatoria y gratuita. Queremos manifestarles un firme apoyo porque los que estamos desde sus inicios en esta entidad pública desde el año 2004, hemos compartido muchos años de trabajo y los conocemos bien por su rigor, su capacidad técnica y su entrega al trabajo», han incidido.

Para terminar considerando que «se trata de funcionarios de conocida solvencia técnica en las materias de las áreas que han gestionado, con la ética profesional y observancia del ordenamiento jurídico que requiere a los empleados públicos. Buena prueba de ello es que han permanecido desarrollando sus funciones hasta ahora. De hecho, los distintos cargos directivos que han dirigido el INAGA no habían prescindido de sus labores hasta la fecha. Podemos pensar que no lo habrán hecho tan mal como se ha dicho», sentencian.