Un lugar natural único y tan singular que surgió de la fuerza de la naturaleza. Era el año 1961, cuando la mayor crecida del río Ebro del siglo XX trajo a Zaragoza más de 4.000 metros cúbicos de agua por segundo (el caudal medio es de 200 metros cúbicos). La margen izquierda de la ciudad de Zaragoza se inundó absolutamente y de ahí emergió un galacho a las puertas de Zaragoza ya que el río modificó su cauce. Con los años, se creó un espacio natural verde y cuidado para ser el punto de encuentro de los amantes de la fauna a pocos kilómetros de Zaragoza.


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Tras la riada del 1 de enero de 1961, el Ebro modificó su cauce y recuperó la tranquilidad. Cuando el agua se retiró, quedó un meandro abandonado que dio lugar al nacimiento del galacho de Juslibol. Pero el galacho tardó años en ser el espacio verde cuidado y atractivo es a día de hoy. El Ayuntamiento compró el espacio de 112 hectáreas al detectar cómo empresas aprovechaban los recursos naturales que ahí había para hacer negocio o cómo multitud de zaragozanos organizaban hogueras o fiestas en la zona.

VISITAS GUIADAS

El galacho de Juslibol comienza desde el 4 de septiembre la temporada de otoño reforzando su programa de visitas guiadas. Hasta el 30 de noviembre, este espacio natural situado a las puertas de la ciudad ofrecerá un amplio programa de actividades educativas dirigidas tanto al público general como a grupos organizados.

Igual que la pasada primavera, el Servicio de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Zaragoza ha ampliado la oferta de plazas debido a la alta demanda que están teniendo las visitas guiadas. La situación generada por la pandemia ha incrementado el interés de la ciudadanía por los espacios naturales y las actividades al aire libre. Sólo entre marzo y junio 6.993 personas participaron en las actividades educativas del galacho de Juslibol.

Esta nueva temporada se refuerzan los paseos guiados, una de las propuestas más demandas. Se trata de recorridos de una hora de duración para conocer los sotos, la estepa y las lagunas que conforman este espacios protegido.

Como novedad, se podrá visitar el Soto Partinchas, una de las zonas con mayores valores naturales del Galacho. Debido a su fragilidad, el acceso al soto está restringido habitualmente por lo que estas visitas guiadas son una oportunidad extraordinaria para conocerlo.

Todas las actividades educativas que organiza el Servicio de Medio Ambiente y Sostenibilidad en el galacho se centralizan en el Centro de Visitantes; un espacio expositivo dirigido por profesionales de la educación ambiental con paneles explicativos y una maqueta dinámica. Constituye el punto de partida perfecto para conocer los valores naturales y culturales de este espacio y su entorno.

El Centro de Visitantes estará abierto al público de lunes a viernes de 10.30 a 13.30 horas y los sábados, domingos y festivos de 10.30 a 18.30 horas, con acceso gratuito. En sus instalaciones se realizan también talleres con los que aprender a reconocer huellas de animales, fabricar jabón con aceite usado o construir cajas nido o comederos para aves. Se desarrollarán los domingos por la mañana y tienen una duración de hora y media, organizados en dos grupos diferentes cada uno.


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Todas las actividades requieren inscripción previa en los teléfonos 650 576 526/667699725 o a través del correo electrónico ‘cvgalacho@zaragoza.es’. El número de plazas dependerá en cada momento de las limitaciones de aforo que establezcan las autoridades sanitarias.

EL TREN DEL CARRIZAL

Con el inicio de las actividades de otoño, el Servicio de Medio Ambiente pone en marcha también el tren de El Carrizal; una forma original y divertida de acercarse al Galacho para aquellas personas con movilidad reducida o que no quieran ir andando o en bicicleta. El tren parte de la calle María Zambrano a las horas en punto y regresa del Centro de visitantes a las medias horas, ha recordado el Ayuntamiento de Zaragoza en una nota de prensa.

El galacho es un espacio natural protegido al que no se puede llegar en vehículo privado con motor. A la salida del barrio de Juslibol existe una barrera para evitar el paso y el espacio para aparcar es escaso, por eso se recomienda utilizar el transporte público para llegar hasta ahí –tranvía o línea 43 del bus urbano–. Además, está prohibida la circulación de bicicletas fuera del camino principal.