La Asociación Río Aragón mantiene que las grietas que han aparecido en la ladera derecha del embalse de Yesa tras las últimas lluvias «no son la causa de la inestabilidad sino el síntoma de la misma».

La entidad responde así a las explicaciones de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) tras la denuncia hecha pública el pasado miércoles por parte de distintas asociaciones tras detectar nuevas grietas en dicha ladera «con una profundidad no observada desde los episodios de 2013» y que, recuerdan en una nota de prensa, «llegaron a desplazar varios centímetros el propio cuerpo de la presa y terminaron con la expropiación y derribo de 103 viviendas».


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Además, consideran «una entelequia más propia de un grupo cómico que de un organismo oficial competente» las afirmaciones de la CHE cuando alega que estos movimientos «no afectan a la estabilidad global de la ladera» ya que, según Río Aragón, «no existe estabilidad en una ladera que está moviéndose desde que comenzaron las obras de recrecimiento».

Las asociaciones recuerdan que esto no es una opinión ni una postura propia sino un hecho constatado por ejemplo en el último informe publicado al respecto, que define la situación de la ladera como de «equilibrio estricto», que es, advierten, «un concepto utilizado para referirse a la ausencia de margen para la seguridad (Factor de Seguridad = 1)».