«Para defender nuestros argumentos no hace falta hablar de política«. HOY ARAGÓN reúne a los directores de los colegios de la escuela concertada que la Consejería de Educación del Gobierno de Aragón (PSOE-CHA) decidió suprimir una de las aulas de primero infantil. «Nos nominaron», apuntan ellos.

Este diario reúne a los colegios de La Anunciata, Cristo Rey, Jesuitas, Marianistas, San Gabriel (Zuera) y San Antonio de Padua. El resto de colegios -cinco en total- han sido invitados por este diario pero han declinado por recomendaciones «legales», debido al proceso judicial abierto con la administración autonómica.

Esta es una entrevista que no busca la polémica, sino la pedagogía. Y con ese espíritu se lanzan los directores en esta entrevista formando un coloquio entre ellos sobre el proceso de escolarización, el relato creado de confrontación entre la escuela pública y la concertada o los «prejuicios» de la planificación educativa.

Juntos por un «modelo de convivencia» – A.S

El emplazamiento no es aleatorio. El coloquio se desenvuelve en la Plaza de los Sitios de la capital aragonesa. Un lugar que significa todo aquello que inspiró a una ciudad en tiempos convulsos. Resistir ante un asedio con el coraje de cada uno de los ciudadanos que defendían un mismo proyecto. La entrevista comienza, apuntan los directores, con la conciencia tranquila por su compromiso con la educación.

«SENSACIÓN EXTRAÑA»

El director del Colegio Cristo Rey, Ángel Martínez, comienza el «coloquio» afirmando que el proceso de escolarización ha sido de una «sensación extraña«. El motivo, apunta, es que «las familias estaban desconcertadas y los centros hemos estado encontrándonos en algo que no estábamos habituados».

Hubiera deseado, dice Ángel, que «el proceso hubiera sido un proceso de escolarización normal, sin ninguna complicación ni presiones». También el director de Jesuitas, Andrés García, cree que ha sido un proceso «enrarecido» con muchas preguntas de todos los padres. Pero precisa que ya ha terminado y es es el momento de mirar al futuro «colaborando todos, con la red pública y católica, que es lo que nos importa».

Andres García, director de Jesuitas – A.S

La conversación fluye tranquila, con un tono animado y con numerosas reafirmaciones por parte de cada uno de los directores al testimonio de sus compañeros. Elena Puertas, directora del Colegio San Antonio de Padua confiesa la «sensación extraña y de temor» vivida durante el proceso de escolarización. Explica que cada día en su centro «las familias preguntaban que por qué y lo decían asustadas».

El director de Cristo Rey detalla que el proceso de escolarización ha aportado a la escuela concertada algo que «no había pasado nunca». Puede ser «una de las claves positivas a extraer», matiza. Ángel cree que «nos ha reafirmado como red de la concertada. Esto es novedoso, siempre hemos tenido conciencia de pertenecer a una misma red, pero esa sensación de sentir tu corazón latiendo con el de al lado es nuevo«.

Y valora, a su vez, que espera que esta «crisis» vivida estas últimas semanas sirva para que «la concertada aprenda, y sin confrontación con la pública, reafirmar lo que somos, por qué y para qué«. Explica que para él, «es una gran lección que tenemos que llevarnos de esto».

EL DEMONIO DE LA CONCERTADA

Sofía Temprado es la responsable de la gestión del Colegio San Gabriel, de Zuera. Sofía extrae como conclusión que «la sociedad necesita recibir más información de cómo está organizada la escuela en España, porque la gente ha venido con mucha preocupación«. Y termina apuntando que «además han venido familias nuevas con un desconocimiento brutal«.

Esther Peña (i), directora de La Anunciata y Sofía Temprado (d), de San Gabriel – A.S

Ángel reafirma lo dicho por Sofía. «Hay un cierto discurso que ha calado en la sociedad, demonizando a la escuela concertada que no responde a lo que es justo. Y muchas veces hemos estado acobardados escuchando las tortas que caían. Y creo que hay que poner en valor lo que somos sin confrontación«, entendía el director de San Gabriel.

Los «bulos», según Andrés García -director de Jesuitas-, sobre lo que percibe la concertada se debería «aclarar a la gente lo que los colegios concertados reciben y hasta cuando llegan. Porque es un desconocimiento de cómo se funciona».

Cree Andrés García, a su vez, que el objetivo a seguir a partir de ahora -esperando que no haya más «nominaciones»- sea «seguir trabajando juntos«. Pero detalla que a su parecer «la idea de que esto es un mercado competitivo es absolutamente ajena a la realidad«. La concertada «no confronta con la pública», y tampoco entre los colegios de la misma red concertada, explica.

Elena precisa la opinión de Andrés: «yo también creo que han intentado separarnos en algún momento, separar a la pública y a la concertada«. Y lanza su juicio de intenciones al entender que «se puede convivir, tenemos que convivir«.

¡POR DIOS, ESTO QUÉ ES!

Según cuenta la directora del Colegio La Anunciata, Esther Peña, el proceso judicial abierto por la decisión de suprimir el aula de infantil ha lastrado el número de peticiones hacía su centro. Esther entiende que «hemos salido en todos los periódicos, y al centro, a los profesores, les ha desmotivado. Ha habido mucha desmotivación«.

No es el caso del Colegio San Antonio de Padua. Su directora afirma que «nuestro proceso ha ido bien». Pero Elena recuerda el día de las «nominaciones«. Explica la situación vivida cuando «en la primera comisión de las nueve de la mañana no estábamos, y cuando a las dos empieza a sonar nuestro nombre. Yo digo: ¡por Dios, esto qué es!» Fue el fatídico día que la Consejería de Educación decidió suprimir 12 aulas de la escuela concertada. Elena se enteró a los pocos minutos de terminar la reunión donde se decidió.

El director de Marianistas, José Luis Andrés, cree que el momento que vive la educación en Aragón es «triste», a su juicio, «buscar enfrentamiento donde no los hay y no buscar lo mejor para la educación, es la pena de todo este proceso que hemos vivido«.

«Esa tarde fue lo peor, la peor tarde de mi trabajo en el colegio«, detalla Elena. El director de Cristo Rey interviene en la conversación haciendo mención a la manifestación que aglutinó a más de 30.000 personas en Zaragoza en defensa de la libertad de educación y de elección de centro. Una marea que hizo «temblar» a la Consejería de Educación días después de tomar una decisión tan polémica.

Elena Puertas, de San Antonio de Padua, junto al director de Cristo Rey, Ángel Martínez – A.S

Ángel explica el leitmotiv de la manifestación: «No ya por las 30.000, 40.000, -50.000 apunta Esther-, personas que vinieron a la manifestación. Sino por el hecho de que todo centro, tuviese un atisbo de miedo o no, se volcó. La sensación de esa manifestación fue pensar que la gente no está en esto solo por un sueldo«. Una sensación, continua, «de que todos salen a una es porque la gente cree que esto tiene razón de ser. La gente veía temblar un modelo de convivencia«.

LA CONFRONTACIÓN

Sofia Temprado, de San Gabriel, lamenta que durante el proceso de escolarización o planificación se haya desperdiciado o invertido en «separar, o crear este gran caos«, y en lugar de ello, «se invirtiera en unir, nos iría mejor».

Cree el director de Marianistas, José Luis Andrés, que «tenemos que buscar las mejores herramientas para fortalecer la educación de los alumnos, en lugar de buscar que nos puede dividir». También entiende que «hay que evitar estas situaciones y pensar todos unidos en el futuro de la educación».

Ángel aporta su visión, ante lo que se le ha denominado durante semanas, la confrontación entre la pública y la concertada. Cree que «ha llegado el momento de salir al encuentro de la pública, buscar esa cercanía, para que uno y otros nos reconozcamos como educadores que somos y como profesionales». Y remata su opinión entendiendo que «si no buscamos el progreso, tanto la pública como la concertada, como educadores, no vamos a conseguir que el país prospere».

Y Sofía valora que cual debería ser el verdadero reto: «Tenemos que mejorar la transformación metodológica, y ahí la administración debería abanderar, y no en procesos de separar y de romper».

El director de Jesuitas confiesa que «hay tantos lazos entre los colegios concertados y los colegios públicos, que favorecer esos lazos puede ser riquísimo, y no confrontar». Cerrando el «circulo» formado para expresar las sensaciones de cada colegio durante este proceso, Andrés apunta a que «tenemos que trabajar todos para favorecer otro tipo de discursos«, principalmente por los «prejuicios o estereotipos» que se generan para planificar desde la administración la educación.