Hacer grafitis en lugares prohibidos o dejar residuos fuera de los contenedores son prácticas que estarán multadas con hasta 3.000 euros con la nueva ordenanza de limpieza. El Ayuntamiento de Zaragoza prepara un texto que sustituirá al de 1986 y con el que se endurecen las sanciones a estas conductas incívicas que ensucian la ciudad. Junto con la campaña de concienciación e información ‘Zaragoza más limpia’ y el refuerzo de los planes de limpieza, esta medida, que amenaza el bolsillo del ciudadano, es una vía más para acabar con estos comportamientos poco deseables en la vía pública.


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Este mes se va a abrir el periodo de consulta pública y con las aportaciones se completará el texto definitivo de la nueva ordenanza. Se espera que las multas estén en vigor con la llegada de la nueva contrata de limpieza, en febrero de 2023. Las sanciones más elevadas tienen que ver con los contenedores. Así, las multas por depositar basura fuera de estos o ensuciar las calles serán ahora de entre 50 y 3.000 euros (en caso de vertidos graves), frente al máximo actual, que se queda en los 250 euros.

TIRAR RESIDUOS FUERA

Lo mismo sucederá con aquellos que no saquen los residuos en bolsas o los depositen indebidamente. Hasta ahora, quienes dañaban, volcaban o incendiaban contenedores se arriesgaban a ser multados con entre 50 y 250 euros. Con el nuevo texto, estas cuantías irán desde los 751 hasta los 3.000 euros (si se provoca un incendio). Otra novedad es que rebuscar en la basura será ahora sancionado con entre 50 y 1.500 euros.

Otra práctica cuyo castigo económico se va a endurecer con la nueva ordenanza es la de hacer pintadas sobre edificios y mobiliario urbano. Actualmente, quienes cometen estos actos vandálicos se expone a multas de entre 50 y 250 euros (1.500 si se trata de un Bien de Interés Cultural). A partir del año que viene, se arriesgan a pagar hasta 3.000 euros en el caso de los BIC. A este respecto, cuando el daño ya está hecho, FCC dispone de una brigada, los llamados ‘quitapintadas’ que se dedican a retirar estas intervenciones de la vía pública a razón de unos cien grafitis de media diaria. Por otro lado, el Ayuntamiento da facilidades a las comunidades de vecinos que quieran limpiar sus fachadas y dedica operarios y recursos a esta acción.

Una de las acciones cuya sanción económica se va a ver más incrementada es la de arrojar pequeños residuos a la vía pública. Un acto tan, por desgracia, habitual como es tirar un papel al suelo está multado ahora con la irrisoria cantidad máxima de 80 euros. Con la nueva ordenanza, en cambio, esta conducta puede acarrear multas de hasta 3.000 euros. Colocar carteles en zonas indebidas le costará ahora al ciudadano entre 751 y 1.500 euros, si se trata de un lugar catalogado como BIC. Y ensuciar la vía pública con las actividades de las mascotas, es decir, los orines no limpiados y los excrementos no recogidos, conllevará multas de 50 a 750 euros. Para hacer esta práctica más sencilla, el Ayuntamiento, a través de los operarios de FCC, lleva dos años repartiendo botellitas de plástico para que los dueño de los perros puedan llevarla, con una solución de agua y vinagre, y limpiar así los restos de pipí.


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Descargar vertidos no autorizados en el vertedero, dañar mobiliario urbano, no separar por fracciones o tirar de forma incontrolada escombros o animales muertos, así como no limpiar solares o zonas particulares de uso público son otras conductas que se castigarán con duras sanciones económicas en la nueva ordenanza de limpieza. De igual modo, y como refuerzo y adaptación a la la nueva ley de gestión de residuos y suelos contaminados, la normativa pone especial atención en la necesidad de separar la basura para favorecer el reciclaje y la economía circular.