La consejería de Sanidad que lidera Sira Repollés ha dado marcha atrás a la decisión unilateral de la gerencia del Hospital Miguel Servet que decidió cambiar el nombre del Hospital Materno-Infantil por Edificio de la Mujer y de la Infancia. Fuentes de la consejería explican que se realizó el cambio sin el consentimiento necesario del Departamento de Sanidad y que el cambio de nombre se efectuará en pocas horas. Los carteles con el nuevo nombre ‘Edificio de la Mujer y de la Infancia’ llevaban desde el mes de enero.

La polémica se abrió en las últimas horas por el gran volumen de críticas sobre la decisión de borrar el nombre histórico y, en último término, por tener un carácter ideológico al borrar el término maternidad del edificio hospitalario.

El adiós al término ‘Hospital Materno-Infantil de Zaragoza‘ y dar la bienvenida al ‘Edificio de la Mujer y de la Infancia’ sentó especialmente mal en amplios sectores de los profesionales sanitarios que trabajan en el centro hospitalario. Según fuentes del Hospital Miguel Servet, consultadas por este diario al conocer el cambio de nombre, explicaron que la decisión no tenía que ser consultada y que fue  tomada por la dirección del centro. El motivo, según explicaron, es que afecta a otros edificios. Y lo ejemplificaron con que el área de Traumatología se llama ahora ‘Edificio Quirúrquico’. Sobre el cambio de Materno Infantil a Edificio de la Mujer y de la Infancia, se excusaron las fuentes en que maternidad no incluye la ginecología.

Esta excusa levantó una polvareda de críticas de los médicos que ejercen su trabajo en el histórico edificio hospitalario Miguel Servet. Varios de ellos, los más longevos o jubilados que han conocido así el Hospital desde su puesta en marcha, han escrito una carta de queja y plantearon denunciarlo al Defensor del Pueblo. Estos profesionales veteranos consdieraban que el cambio de nombre se tomó por un criterio arbitrario e ideológico. Entienden que esta decisión atenta contra la maternidad y la familia porque al no citarlos expresamente es un intento de borrarla de la sociedad.