La huelga del autobús urbano de Zaragoza se mantendrá varios días más. El bloqueo es absoluto. Ni el comité de empresa retira sus altas exigencias ni la empresa espera encontrar una negociación en una propuesta que considera desmedida. Por lo que la huelga sigue en pie.

La votación que aprobaron los paros parciales hace ya una semana se volverán a refrendar en la reunión en el día de hoy en el SAMA (Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje). Las largas horas de negociación no están sirviendo para poder acercar posturas sobre los paros parciales ya implantados.

Por el momento, los sábados el servicio mínimo será del 61% entre las 8.00 y las 10.00 y del 46% entre las 20.00 y las 22.00. Para los domingos se ha establecido en el 53% por la mañana y el 52% por la tarde. Los paros están previstos todavía para este fin de semana y los dos siguientes. Concretamente, los días 27 y 28 de febrero y 6, 7, 13 y 14 de marzo.

El planteamiento del comité sobre las mejoras laborales que solicita a la compañía Avanza es inasumible, según defiende la empresa. Las peticiones suponen un aumento económico millonario en la compañía ya que los trabajadores solicitan medidas que están por encima de la situación del mercado, del contexto sanitario e, incluso, de la capacidad de la empresa.

Entre otras pretensiones de los trabajadores, se pide una subida del IPC en el salario bruto entre el 2 y el 3% o una reducción de jornada a las 35 horas semanales. Cuando el salario bruto de los conductores, por ejemplo, está por encima de los 35.000 euros. Una situación salarial por encima de la media de otros conductores, como en el Tranvía o los autobuses de línea de la provincia.

Otro de los asuntos que generan controversia entre el comité y la empresa es el contexto sanitario en el que se encuentra la ciudad. En mitad de una pandemia, la compañía Avanza reitera que los paros parciales son innecesarios e irresponsables por la limitación de aforos en el transporte público que siguen vigentes. Lo que promueven los paros es la reducción del servicio que puede fomentar una menor seguridad sanitaria por el exceso de demanda con menos recursos humanos.

Las exigencias del comité siguen intactas, por lo que los paros parciales se mantendrán durante, al menos, tres semanas más. La huelga es la única estrategia que está marcando el comité de empresa como forma de presionar a la compañía Avanza. No hay alternativa. Esto incluso provoca un desencuentro entre las dos partes. Desde Avanza, no se entiende que se esté negociando en el SAMA algún acercamiento mientras se mantienen los paros parciales. Lo que entorpece y ralentiza la posibilidad de llegar a un acuerdo.

Durante todo el proceso de negociación, que se inició en noviembre de 2019, se han mantenido hasta 31 reuniones sin ninguna solución. Ni el comité se ha movido de sus exigencias ni la compañía entiende que sean unas mejoras laborales razonables al estar muy por encima del contexto económico.

El sindicato mayoritario del comité de empresa, CUT, reconoce en una nota de prensa el acierto de la huelga: «La actitud mostrada por la empresa ratifica como un acierto la decisión tomada en el referéndum por la plantilla de trabajadores del bus urbano de Zaragoza», añade la nota del CUT.

E insiste al entender que «es la primera vez que, ante una convocatoria de paros parciales, el Ayuntamiento no se pone directamente en contacto con la representación de los trabajadores y es que, la vicealcaldesa Sara Fernández que encabeza el decreto de servicios mínimos (que curiosamente es de Ciudadanos, uno de los dos partidos políticos que ni tan siquiera se ha dignado a recibir a los trabajadores), utiliza como intermediaria a la concesionaria Avanza para hacernos llegar los porcentajes de servicios mínimos».

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