El total de hectáreas forestales calcinadas durante este verano ha sido de 20.236,97, según datos provisionales, muy por encima de la media histórica, de 2.987,84, a causa de cuatro grandes incendios. El mayor de ellos, el de Ateca (Zaragoza), ha quemado más de 11.000 hectáreas de superficie forestal. Se declaró el pasado 17 de julio.


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El resto han sido el de Añón del Moncayo (Zaragoza), que se inició el 13 de agosto y en el que ardieron 5.213,16 hectáreas; el de Castejón de Tornos (Teruel), que comenzó el 20 de junio, con 1.350 hectáreas afectadas; y el de Nonaspe (Zaragoza), el 16 de junio, con 1.110 hectáreas calcinadas.

Por provincias, la de Zaragoza ha sido la más afectada, con 17.800 hectáreas, seguida por Teruel, con 1.800, y Huesca con unas 800. El director general de Medio Natural y Gestión Forestal del Gobierno de Aragón, Diego Bayona, ha presentado este jueves, 20 de octubre, en la base helitransportada de Ejea de los Caballeros, los datos del balance final de la campaña de incendios forestales para 2022, acompañado del jefe de servicio de Gestión de los Incendios Forestales y Coordinación, Jorge Crespo.

El Ejecutivo autonómico ha indicado en una nota de prensa que en el periodo que va del 1 de enero al 30 de septiembre de 2022 se han registrado 472 incendios, cifra notablemente superior a la media histórica. Entre estos, el 71 por ciento han sido conatos –la superficie quemada no supera una hectárea–, un porcentaje inferior a la media histórica que significa que, este año, más conatos de los habituales han evolucionado a incendios de más de una hectárea.

En cuanto a las causas, se ha detectado que han disminuido notablemente los incendios producidos por accidentes o negligencias, que han representado el 43,6 por ciento en 2022 frente al 52,4 del promedio histórico, mientras que ha aumentado el porcentaje de los incendios intencionados, que representan el 19,7% este año frente al 15,5% histórico.

Han crecido más ligeramente los fuegos originados por causas desconocidas, naturales y reproducciones, al crecer hasta el 11,4% en 2022 frente al 9,6 histórico; el 23,3 sobre 21,8%; y el 1,9% frente al 0,7%, respectivamente. Por ello, desde la Dirección General de Medio Natural y Gestión Forestal han insistido en extremar las precauciones, ya que «el fuego no perdona».

CONDICIONES METEOROLÓGICAS

El director general ha indicado que el déficit de precipitaciones y las altas temperaturas registradas durante los meses de mayo y junio en casi todo Aragón propiciaron un inicio de campaña «mucho peor» que el de años precedentes.


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Tanto es así que, como ha subrayado Bayona, el personal del INFOAR «ha hecho un gran trabajo en el que, según el servicio de cambio climático de la Unión Europea, Copernicus, se ha definido como el verano más caluroso jamás registrado desde 1880».

Concretamente, Aragón ha registrado un verano con una muy notable persistencia de altas temperaturas. Las mínimas también han sido elevadas, con días en los que estas no han bajado de los 20 grados Centígrados en el valle del Ebro y zona adyacentes durante más de 50 días seguidos. En cuanto a las precipitaciones, ha sido un verano seco en general, muy por debajo de los valores habituales. Estos valores han hecho que los niveles de alerta por incendio forestal se hayan mantenido, en general, por encima de los valores medios durante la mayor parte de la campaña.

De hecho, estadísticamente, todos los grandes incendios forestales de Aragón producidos durante el verano, lo que supone más del 90% de la superficie quemada este año, se han desarrollado en alertas en naranja o rojo del boletín de nivel de alerta que publica diariamente la Dirección de Medio Natural y Gestión Forestal del Gobierno de Aragón.


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Precisamente, este índice se ha mantenido muy por encima del valor medio durante el periodo 2014-2021, destacándose esta circunstancia en cuatro periodos principalmente, del 10 al 25 de junio, cuando se produjeron los grandes incendios de Nonaspe y Castejón de Tornos, del 10 al 28 de julio, fechas en las que se produjo el incendio forestal de Ateca, del 1 al 24 de agosto, coincidiendo con el incendio de Añón del Moncayo y del 3 al 12 de septiembre, sin incendios de relevancia.