Las Cortes de Aragón han ratificado, por una mayoría absoluta de los diputados, la candidatura de Javier Lambán (PSOE) como presidente del Gobierno de Aragón con los apoyos de PSOE, Podemos, Chunta Aragonesista, Partido Aragonés e Izquierda Unida.

Lambán ha logrado 36 votos, dos más de los 34 necesarios para la mayoría absoluta, con los 24 del PSOE, los 5 de Podemos-Equo, los 3 de CHA y los 3 del PAR y uno de IU, mientras que han votado en contra los del PP (16), Ciudadanos (12) y Vox (3).

Durante el día de ayer, el socialista Lambán desgranó su proyecto de gobierno «verde» y «digital», que siga encaramado a “lo más alto” de la ola feminista, aragonesista, social y de progreso.


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Los cuatro partidos, a excepción de Izquierda Unida, que han aupado al socialista a la presidencia (PSOE, Podemos, CHA y PAR) obtendrán áreas de gobierno todavía por definir.

Es un resultado de acuerdo novedoso en Aragón, pese a su tradición de pactos de gobierno, por ser un gobierno con cuatro partidos por primera vez en la historia. 

Y no sólo por eso, si no por el encaje del Partido Aragonés, después de años conformando coaliciones con el PP, en un gobierno de izquierdas.

132 MEDIDAS

El acuerdo de gobierno de 132 medidas, ratificado por las ejecutivas de estos partidos y las bases de la formación morada el pasado lunes, ha posibilitado que Lambán haya sido investido presidente en la primera votación para repetir en el cargo, esta vez al frente de un cuatripartito basado en la centralidad, la transversalidad y la moderación.

Este miércoles, antes de la votación, ha agradecido el apoyo de su partido, en el que milita desde hace 36 años, y la concurrencia «ejemplar» de otras fuerzas políticas en un gobierno al que ha pronosticado «éxito» en la andadura que hoy comienza.

Un éxito que no perciben desde la oposición, desde la que han criticado la alianza «del sillón» entre los partidos de izquierda y el PAR, la «más oscura y turbia» que ha tenido la Comunidad jamás, para «colocarse y repartirse el botín», en palabras del portavoz del PP, Luis María Beamonte.

El líder del PP aragonés ha sido especialmente crítico con el líder de los aragonesistas, Arturo Aliaga, por admitir que la formación morada comparta responsabilidades en el nuevo ejecutivo.


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Desde Ciudadanos, su portavoz, Daniel Pérez Calvo, ha comparado al nuevo Gobierno de Aragón con un barco con buena «chapa y pintura» pero que «no flota ni tiene un rumbo claro«, y ha preguntado a Lambán cómo va a conciliar «sensibilidades tan dispares» como las que representan sus socios de gobierno, al tiempo que ha denunciado que cuente entre ellos con «quienes quieren romper con la Constitución».

Por su parte, el diputado de VOX, Santiago Morón, ha avanzado que su formación hará frente esta legislatura al «regionalismo desbocado», al «pancatalanismo depredador», al adoctrinamiento en las aulas y a la fragmentación territorial y ha adelantado que no apoyaría una alianza sustentada con la extrema izquierda -Podemos-, el regionalismo radical -CHA- y el difícil encaje del PAR.

EL ENCAJE DEL PAR

Precisamente el presidente y portavoz de los aragonesistas, Arturo Aliaga, ha asumido la responsabilidad de «garantizar la estabilidad» de Aragón y ha justificado el acuerdo en que la Comunidad necesita «más atrevimiento que prudencia».

Ha considerado que los resultados electorales del 26 de mayo colocaron al PAR «en el centro» y ha recordado que en todas las legislaturas, salvo en la primera en la que gobernó el PSOE en solitario, ha habido coaliciones de gobierno: en cuatro de ellas su partido se unió al PP y en tres al PSOE, por lo que ha puesto en valor el pacto.


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También lo ha hecho el portavoz de CHA, José Luis Soro, quien ha enfatizado que Aragón inaugura hoy «la vía aragonesa de gobernanza» en su mejor trayectoria pactista y ha valorado la valentía del PAR al abrir «una ventana de oportunidad» para la configuración del futuro Gobierno de Aragón.

LA ENTRADA DE PODEMOS

Desde Podemos, Maru Díaz ha defendido la audacia y responsabilidad de los cuatro partidos implicados en este pacto y su «altura de miras histórica» al anteponer los intereses de la ciudadanía a las discrepancias ideológicas y ha considerado que se afronta un reto «genuino y apasionante» en el que habrá mucho por hacer para encarar los tres retos más acuciantes: la igualdad, el cambio climático y la digitalización.

Aunque ha apoyado la investidura, IU ha advertido a Lambán de que no participará de «políticas cosméticas» y exigirá el cumplimiento de las medidas pactadas para dar el sí al gobierno, según ha anunciado el único diputado de esta formación en las Cortes, Álvaro Sanz.

El portavoz del PSOE , Vicente Guillén, ha confiado en los logros que cosechará el gobierno «cohesionado», con un programa claro, que «viene a construir y no a destruir», centrado y moderado, «con la vista puesta en el interés general de los aragoneses»