El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha afirmado este lunes que «sin embalses que contuvieran las avenidas estaríamos hablando de verdaderas catástrofes«. Se ha reunido en el Ayuntamiento de Alagón con los alcaldes de esta esta localidad y de Torres de Berrellén, Sobradiel, Utebo y Zaragoza, junto con la delegada del Gobierno en Aragón, Rosa Serrano.

En declaraciones a los medios de comunicación, ha señalado que «la regulación de los ríos se hizo, originalmente, para fomentar la riqueza, crear empleo y fijar población«, por lo que «todo el mundo tiene claro que sin embalses el éxodo de población hubiera sido mucho mayor» y la construcción de los mismos ha permitido que Aragón sea «una de las comunidades con una producción alimentaria más importante de todas».

«Su construcción ha estado justificada en cuanto a su carácter de creación de riqueza y con el tiempo hemos visto que son fundamentales para minimizar el impacto de las crecidas», ha continuado Lambán, quien ha añadido que «cada vez será más necesario tener agua almacenada para tener reservas en los años que llueva menos». Así, disponer de embalses «cada vez tendrá más sentido».

Javier Lambán ha hablado en varias ocasiones con el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en los últimos días. El presidente aragonés ha comentado que en cuanto pase la avenida del Ebro se realizará la evaluación de daños de forma «concienzuda» y el Gobierno de España tendrá que decidir si declara la situación de catástrofe natural.

«Es una excelente noticia que –Pedro Sánchez– haya reaccionado con tanta rapidez a requerimiento de la presidenta de Navarra y del mío propio y sepamos que va a tener respuesta positiva«, ha manifestado. Lambán se ha mostrado «muy satisfecho» por la coordinación entre instituciones y responsables de los operativos de emergencias. «Para todos tengo gratitud», ha dicho.

El jefe del Ejecutivo autonómico ha expresado: «Cada riada nos enseña, vamos acumulando experiencias que aplicamos a las siguientes riadas y comprobamos que los aprendizajes dan sus frutos», destacando los trabajos realizados este año por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y el Gobierno de Aragón, «el mejor acicate para seguir limpiando el río y cargarnos de razón a la hora de pedir al Gobierno de España que el Plan Ebro 2030 se lleve a cabo»

La limpieza del cauce del Ebro no sería «la solución definitiva» pero «se trata de aminorar y evitar cualquier riesgo sobre las poblaciones», ha continuado Lambán.

Lambán ha encontrado en los alcaldes «un espíritu de colaboración encomiable» y este martes se desplaza a la Ribera Baja del Ebro. Ha recordado que cuando se producen avenidas hay que hablar de tres zonas: Hasta Alagón, entre Alagón y Zaragoza, y la Ribera Baja, «que tienen comportamientos distintos».