Kelly Karina Bermúdez estudió Administración de Empresas en su país de origen, Nicaragua, lo que le permitió trabajar en banca hasta que a raíz de una situación económica y laboral inestable emigró a España donde ha trabajado únicamente en el sector doméstico. La situación irregular y la promesa de un contrato de trabajo que le permitiría quedarse en España de manera legal pasados tres años le hicieron aceptar un empleo en Zaragoza. Trabajaba de lunes a sábado, un mínimo de ocho horas y a veces más, asumiendo las tareas domésticas y de cuidado de tres familias por menos del salario mínimo interprofesional. Nunca disfrutó de permisos para acudir al médico, vacaciones ni otros derechos laborales básicos. Cuando se acercaba el momento de recibir la oferta de trabajo que le permitiera quedarse en España, fue despedida de malas maneras.

Bermúdez ha relatado su experiencia en la jornada organizada por Fundación Más Vida y la Universidad de Zaragoza, con el apoyo del Ayuntamiento de Zaragoza, para sensibilizar contra la trata y la explotación laboral. La introducción del seminario ha estado a cargo de Antonio Ranera, responsable del Área de Migraciones UGT Aragón, Centro de Formación Arsenio Jimeno, cuya ponencia, «Trata y explotación laboral en Aragón: una realidad invisible», ha expuesto la situación actual y ha incidido en la necesidad de incrementar esfuerzos en la lucha contra la trata de seres humanos, mejorar la protección a las víctimas y, en especial, la importancia de adoptar medidas para tipificar penalmente el uso de servicios de personas víctimas de trata.

A pesar de la inseguridad y el miedo, Kelly buscó ayuda en la Casa de las Culturas donde le asesoraron y derivaron a UGT. Con el respaldo del sindicato, venció sus dudas y temores para iniciar un proceso de demanda, que finalmente salió adelante y fue indemnizada. Actualmente su situación legal está cercana a resolverse y en su empleo actual sí reconocen su trabajo. «Tenemos derecho a que se nos trate con dignidad  y respeten nuestros derechos», ha defendido Bermúdez.

Su testimonio es el de una víctima de explotación en el empleo doméstico, el sector en el que más explotación laboral existe en Aragón, según datos de UGT. De hecho, tal y como ha puntualizado Antonio Ranera, «el rostro de la explotación laboral en Aragón es una mujer, centroamericana, joven o de mediana edad en el ámbito de empleo doméstico».

De entre todos los tipos de trata de seres humanos existente (laboral, servidumbre, explotación sexual, comisión de actividades delictivas etc.) la más presente en Aragón es la laboral, según ha recalcado Ranera. También ha señalado que se da sobre todo en los sectores de empleo doméstico y de cuidados, ganadería y agricultura y hostelería. Además ha apuntado que «la desigualdad es una gasolina hacia la explotación laboral» y ha asegurado que «convivimos con la explotación laboral» en nuestro entorno y en el día a día. Y en concreto, sobre el sector de los cuidados, ha incidido en que se cubre «muchas veces con mano de obra esclava», y el ejemplo más claro de ello son las personas internas que trabajan 24 horas, 7 días a la semana, en condiciones injustas.

En la segunda parte de la jornada, Eva Kreisler, activa defensora de los derechos laborales y coordinadora de la Campaña Ropa Limpia, ha explicado el funcionamiento de esta red internacional de ONG, sindicatos y organizaciones de personas consumidoras que trabaja para mejorar las condiciones de las trabajadoras y los trabajadores de la industria textil global. En concreto, ha explicado la importancia de la entrada en vigor, en septiembre de 2021, del nuevo «Acuerdo Internacional para la Salud y Seguridad en la Industria Textil y de la Confección», sucesor del llamado «Acuerdo de Bangladés- ACCORD», que se impulsó con el trabajo conjunto de diversos actores (industria textil, marcas, sindicatos y el propio Gobierno de Bangladés) tras el derrumbe en 2013 del edificio Rana Plaza, cerca de Dhaka (capital de Bangladés), que causó 1.134 muertos y más de 2.500 heridos.

El próximo 24 de abril se cumple el noveno aniversario de este drama, que impulsó una importante movilización e incidencia de movimientos sociales internacionales, como Clean Clothes Campaign (Campaña Ropa Limpia, en España). La firma de este nuevo pacto, ha explicado Eva Kreisler, supone, además el compromiso de que afecte a otros países, no sólo a Bangladés y, por otro lado, ampliar su alcance, para que no sólo aborde asuntos de salud y seguridad si no también aspectos vinculados a derechos humanos. Kreisler ha incidido en la importancia de seguir cuestionando las prácticas de grandes empresas multinacionales, sin cuya firma en este tipo de compromisos se pone en riesgo las condiciones de vida de millones de personas trabajadoras.

La celebración de este foro se enmarca en un proyecto de educación para el desarrollo impulsado por Fundación Más Vida con el apoyo del Ayuntamiento de Zaragoza. Bajo el título «Delito invisible. Explotación infantil y consumo». El objetivo central es combatir la explotación infantil desde la concienciación y la participación activa de la sociedad. De ahí la importancia de visibilizar esta realidad invisible, como se ha puesto de manifiesto en esta jornada, a la que han acudido numerosos estudiantes, se ha celebrado en la Facultad de Ciencias Sociales y del trabajo y se ha emitido en directo por el canal de YouTube de la fundación, donde queda disponible (en este enlace).