El Gobierno de Aragón complementará con sus «limitados recursos» las ayudas que conceda el Ejecutivo central a los sectores afectados por la sequía, según ha anunciad el presidente aragonés, Javier Lambán.

Con motivo de la reunión de la Conferencia Sectorial de Agricultura, Pesca y Alimentación, celebrada en Madrid, Javier Lambán ha explicado que el Ejecutivo aragonés está esperando a que el Gobierno de España defina sus ayudas y ha destacado que el ministro, Luis Planas, tiene «mucho conocimiento del medio y una altísima sensibilidad por lo que ocurre en el campo español».

Lambán espera que de la Conferencia Sectorial salgan «respuestas que satisfagan en la mayor medida posible la situación que se está generando en todo el país«, recalcando que la sequía «no afecta solo a la agricultura, sino también a la ganadería y tiene otra derivada preocupante, el incremento exponencial del riesgo de incendios de sexta generación que se puede producir en los próximos meses».

«Hemos tenido incendios en el mes de marzo, y desde luego, ante un verano como el que se nos avecina, es para tomar toda clase de medidas, toda clase de precauciones«, ha manifestado Lambán.

«De momento, hay que atender los daños, tratar de paliar en la mayor medida los daños que se están produciendo en el sector primario y en la ganadería«, ha indicado, exponiendo que «en el sector primario no solo los secanos, en grandes zonas de Aragón, prácticamente no van a dar ni un euro de rendimiento, simplemente los agricultores no van a poder cosechar, pero es que los regadíos van a tener que restringir también la producción». Ha dejado claro que «hay que tomar medidas para compensar las cuantiosísimas pérdidas que van a sufrir» los agricultores.

«La población va a tener que seguir comiendo y bebiendo y eso significa que se puede producir algún tipo de efecto derivado en ese sentido, pero eso hoy es incuantificable y desde luego es una pésima noticia que, ahora que a la inflación entre todos le estamos doblando el brazo como problema, nos vaya a parecer un elemento incentivador –de la inflación– que pueda ser la carencia de alimentos».