El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha anunciado este martes que está manteniendo conversaciones con los Ejecutivos de Castilla-La Mancha, Castilla y León, Galicia, Extremadura y Asturias para celebrar una reunión el próximo mes de octubre y concretar una postura común sobre el modelo de financiación autonómica.

Lambán ha aludido a la reunión celebrada este martes entre los presidentes de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, y el de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, sobre la financiación autonómica que defiende la España poblada, y que también incluye al Gobierno de Cataluña gobernado por Peré Aragonès. «El modelo de financiación que yo defiendo tiene más que ver con el modelo que defiende Castilla-La Mancha, Castilla-León, Galicia, Extremadura o Asturias«, ha dicho Lambán. Es decir, un modelo de financiación que tenga en cuenta el coste del servicio: tanto por la dispersión de los municipios y las carencias de los servicios debido a la despoblación, todo ello dispara el coste en estas comunidades.

«Con estas comunidades ya constituimos un foro de trabajo y en septiembre de 2018 promovimos la llamada ‘Declaración de Zaragoza’, donde fijabamos una posición muy concreta sobre el modelo de financiación al que aspiramos que tiene mucho que ver con la lucha de la despoblación«, ha recordado.

LA SANIDAD EN ZONAS DESPOBLADAS

Los consejeros de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado; Aragón, Sira Repollés, y de Castilla La Mancha, Jesús Fernández, analizan en Soria la situación sanitaria en zonas despobladas y las debilidades como la falta de financiación o «una organización obsoleta de hace más de 30 años».

La jornada se celebra a petición de la consejera de Sanidad de Castilla y León, que ha calificado de «histórica» este encuentro, y se enmarca dentro de la Conferencia sobre el futuro de Europa. «Tenemos muchos análisis realizados y queremos hacer un trabajo técnico para seguir avanzando en el reto de tener la mejor Sanidad posible para nuestras poblaciones«, ha manifestado Verónica Casado, quien se ha referido a las debilidades como la falta de financiación y una organización obsoleta «de hace más de 30 años», además de otras amenazas como «la despoblación, la dispersión o la soledad».

Entre las fortalezas ha destacado un «sistema sanitario sólido que hay que reordenar y que ha demostrado que la Atención Primaria se encuentra entre las tres mejores del mundo» pero que debe ser «potente y bien organizada porque ya estaba sufriendo antes de hacer de muro de contención en la pandemia» y que «no responde a las necesidades, amenazas por dispersión, despoblamiento o déficit de profesionales».