El presidente de Aragón y candidato a liderar el PSOE en la comunidad, Javier Lambán, pidió ayer a los militantes su apoyo en las primarias para continuar impulsando políticas de izquierda desde el Gobierno. De hecho, el jefe del Ejecutivo aseguró que su gobierno es «el más de izquierdas de la historia«. Y añadió que no pretende acumular poder, sino conducir al partido con «coherencia«.

Lambán protagonizó, en el que es el primer acto de su candidatura, ‘La izquierda en marcha‘, un foro al que han acudido casi 400 militantes, junto a todos los consejeros del Gobierno de Aragón; los concejales en pleno de Zaragoza; alcaldes reconocidos -La Almunia, Épila o Pinseque-; el presidente de la DPZ, Juan Antonio Sánchez Quero; al igual que destacados representantes de la cultura como el bailarín Miguel Ángel Berna y el director de cine Gaizka Urresti.

Lambán congregó a casi 400 militantes en un innovador formato asamblea / H.A

El diputado socialista en las Cortes de Aragón, Darío Villagrasa, comenzó el acto leyendo el manifiesto que impulsa la candidatura de Javier Lambán. El diputado aragonés indicó que en este proceso los socialistas aragoneses deben proponerse como objetivo fortalecer el Gobierno de Aragón, mantener una organización unida, renovar las candidaturas, comprometerse con la transparencia y la rendición de cuentas y defender los intereses de la comunidad.


Publicidad


LA ‘DICHOSA’ BICEFALIA

El candidato a revalidar el liderazgo -Javier Lambán- pidió el apoyo a los militantes desde la «convicción profunda» de que es «muy difícil» liderar un proyecto político de cambio al frente del Gobierno regional si no se ejerce también el «liderazgo» en el partido.

«No pretendo acumular poder sobre mí, sino que el partido se conduzca con coherencia», apuntó Lambán. Y dejó claro que su candidatura no es «personal», sino que responde a un proyecto «transformado» sustentado por un equipo. Y principalmente, un proyecto alineado con la línea política de Pedro Sánchez.

En este sentido, reclamó que en estas primarias se confronten proyectos políticos, porque, de lo contrario, esgrimió, se demostrará que hay «una lucha por el poder que no tiene nada que ver con el signo de estos tiempos«. Y añadió: «Si no tienen proyecto político es que lo hacen por ansias de poder con motivos de desgastar al Gobierno de Aragón«.

En su discurso, Lambán insistió que en estas elecciones primarias no son equiparables a las de la secretaría general del PSOE a nivel nacional y por ello insistió que quien trate de identificarlas «se equivoca».

«Si no tienen proyecto político es que lo hacen por ansias de poder con motivos de desgastar al Gobierno de Aragón»

Entre sus argumentos, precisó que ahora todos los precandidatos a las primarias regionales son «leales» al «compañero» Pedro Sánchez y defienden el proyecto político surgido del último Congreso Federal.

Lambán, durante el encuentro con militantes / H.A

 

«NI ‘SANCHISTAS’ NI ‘SUSANISTAS»

En la rivalidad interna hacía el liderazgo del PSOE-Aragón se debate la pertenencia a una de las dos corrientes que lucharon por alcanzar la Secretaria General de los socialistas a nivel estatal: ‘sanchistas’ o ‘susanistas’. De Pedro Sánchez o de Susana Díaz.

Y ahí Javier Lambán ‘metió la cuchara’ para dejar clara su postura, y por extensión la posición que adoptan todos los socialistas aragoneses. «La compañera Carmen Dueso fue una defensora acérrima de Pedro Sánchez y, en este momento, su principal apoyo, Miguel Gracia, -presidente de la DPH- fue defensor de Susana Díaz«, indicó Lambán. Por ello, reconoció, que «la distinción entre susanistas y sanchistas ha quedado derrumbada por los acontecimientos. Ni ‘sanchistas’, ni ‘susanistas«.


Publicidad


Tras su intervención respondió a las preguntas de los militantes, entre ellas las del secretario general de la Agrupación de Barbastro (Huesca), quién aseguró que por apoyar a Lambán «quizá sea mi último día en el puesto».

Jesús Lobera, militante del PSOE-Huesca (provincia alineada con Carmen Dueso) criticó a su provincia por utilizar el argumento de que Huesca es «la gran olvidada» para debilitar el gobierno de Javier Lambán.