El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha pronunciado este viernes su discurso de fin de año, donde ha recordado que las Navidades de 2021 han vuelto a estar marcadas por la pandemia. En plena séptima ola de contagios en la región, el dirigente autonómico ha recordado que su Ejecutivo «ha actuado siempre anteponiendo la salud y la vida de los ciudadanos a cualquier otra prioridad».

No obstante, el presidente aragonés, desde el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, ha indicado que entiende que «el cansancio y el escepticismo estén cada vez más presentes» y por ello ha lamentado las «repercusiones emocionales y económicas de las medidas adoptadas –para frenar los contagios–, que hemos tratado siempre de atenuar en la mayor medida posible».

Lambán ha pedido a los aragoneses que no bajen la guardia y que se vacunen frente al coronavirus, también los niños, porque aunque «la vacuna no elimina el riesgo del contagio, reduce mucho sus efectos, lo cual es muy importante ante una enfermedad a la que lograremos controlar como ocurrió antes con la gripe», ha apuntado.

La sanidad pública aragonesa «nos ha dado motivos para que confiemos en ella. También la ciencia». No obstante, ha continuado el presidente, «sigamos extremando la precaución utilizando mascarillas y evitando situaciones propicias para el contagio».

El líder del Ejecutivo autonómico, en un contexto complicado para el país y también en lo personal para muchos ciudadanos, ha deseado salud para todos los aragoneses, mostrándose convencido de que en el próximo año la situación mejorará.

ESTATUTO DE AUTONOMÍA

Por otro lado, Lambán ha utilizado el mensaje de fin de año para celebrar el 40 aniversario del Estatuto de Autonomía, que tendrá lugar en 2022, ocasión que, en su opinión, permitirá comprobar que el autogobierno ha hecho «más grande» a Aragón, además de permitir recuperar el terreno perdido tras «siglos de decadencia».

En términos de bienestar y prosperidad, ha afirmado que la región es en la actualidad una tierra situada al nivel de otras comunidades españolas, a las que en otros tiempos «mirábamos con envidia y ahora las miramos de igual a igual». Incluso quedando inversiones y actuaciones pendientes por parte del Gobierno de España, «que tenemos que exigir con rotundidad, el cambio experimentado ha sido espectacular», ha destacado.

En su alocución, el presidente regional ha valorado que Aragón está constituido en torno a un Estatuto de Autonomía que cumple cuatro décadas de autogobierno que le han brindado la oportunidad de gestionar su propio destino y convertirla en una comunidad autónoma capaz de desarrollar «plenamente sus potencialidades y sus anhelos». Al mismo tiempo, se integra en la nación, defendiendo la Constitución y de las instituciones que la encarnan, ha explicado.

Así, ha reiterado el derecho y la obligación de Aragón de ayudar a construir el «gran» proyecto común de España, con un mismo destino. Razón por la cual ha defendido una relación de lealtad mutua y de cooperación con el Ejecutivo central para afrontar retos como el paro, la financiación autonómica, la despoblación, los problemas del campo, la subida de los precios, la violencia machista o la COVID-19.

En ese compromiso con España, Lambán se ha mostrado preocupado por «los intentos de acabar con la Constitución que ha posibilitado los mejores 43 años de nuestra historia» y ha esgrimido que en ese contexto la falta de entendimiento entre los partidos constitucionalistas permite a los radicales de todos los signos condicionar la política del país, lo cual genera inestabilidad y resta eficacia a las instituciones nacionales a la hora de afrontar los grandes desafíos.

Para el presidente, frente a esta realidad, los aragoneses tienen razones propias para el optimismo. Por ello, ha resaltado que el autogobierno ha permitido que, desde 2015, utilizando las competencias del Estatuto, Aragón sea la comunidad española con «menos paro, una de las que tiene menor tasa de pobreza y desigualdad», con unos servicios públicos que figuran entre «los mejores del país»; y a que la economía ocupe posiciones de liderazgo nacional en muchos aspectos.

En ese sentido, como presidente del Gobierno de Aragón, ha avanzado que activará diferentes foros para que los aragoneses «aportemos ideas, debatamos entre nosotros y tejamos alianzas amplias y poderosas que nos aseguren un lugar confortable en el mundo del porvenir», como las políticas para los jóvenes, tanto en lo relativo a la Formación Profesional como en materia de vivienda de alquiler, la sanidad, los servicios sociales, el cambio climático y un modelo energético propio que abarate el coste del consumo doméstico y la actividad productiva.

El emplazamiento escogido por el dirigente autonómico para pronunciar su discurso de fin de año ha sido el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, bajo la figura de Ramón y Cajal, que en 2022 tendrá una atención especial por parte de su ejecutivo, y a escasos metros del monumento al Justicia de Aragón, «símbolo del esplendor del antiguo Reino de Aragón y recordatorio visible de que pertenecemos a una comunidad política milenaria«, y lugar en el que los aragoneses se han manifestado en los últimos cincuenta años para reclamar amnistía y democracia, para oponerse al trasvase del Ebro o para reivindicar la autonomía actual.