Cuando el capitán Peña le dijo a su mujer que tenía que participar en una misión de rescate no imaginaba que en esa misión iba a acabar salvando tantas vidas. «Mujeres embarazadas, niños de todas las edades, familias enteras… fue una gran responsabilidad para mí que voy a tardar mucho en olvidar», recuerda el capitán aragonés miembro de la Unidad ALA31, ubicada en la Base Aérea de Zaragoza.


Publicidad



Publicidad


Más de 10 horas de vuelo hasta Dubai y desde allí hasta cinco vuelos a Kabul. «Se percibía peligro; daba la sensación de que la situación podía cambiar radicalmente de una hora a otra, y eso se nota en una zona de conflicto», recuerda Prieto.

En un aeropuerto con numerosa presencia militar internacional la seguridad era relativamente palpable, pero todos eran conscientes de la recién invasión talibán y de la situación de muchos afganos, que querían huir del país a toda costa. «Uno de los afganos que transportamos le dio una carta a un sobrecargo explicándole que tenía familia que no había podido viajar con él y seguía escondida en la capital afgana. Nos pidió que por favor volviésemos a por ellos», explica.

El capitán Peña durante el vuelo a Afganistán / HOY ARAGÓN

El Ejército español logró evacuar a casi 2.000 personas, pero según fuentes cercanas, podría quedar personal vinculado a misiones internacionales en el país esperando a una posible nueva evacuación.

SOLDADOS ESPAÑOLES EN LA ZONA DEL ATENTADO

Un suicida vinculado al DAESH en Afganistán se inmoló en las inmediaciones del aeropuerto dejando más de medio centenar de muertos, entre ellos doce de marines norteamericanos, y numerosos heridos. Lo que pocos saben es que horas antes del atentado había presencia española en la zona. «Era personal de EADA, Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo, que también tiene su base en Zaragoza y estaba relativamente cerca, pero se libraron de la explosión por unas horas«, recuerda Peña.

El territorio afgano desde un avión A400 del Ala 31 del Ejército del Aire / HOY ARAGÓN


Publicidad


Cuando le preguntamos a este capitán del Ejército del Aire si estaría dispuesto a volver nos responde sin dejar espacio a la duda: «Es parte de mi trabajo y lo haría sin dudarlo; esta misión ha tenido una carga emocional muy fuerte. Eras muy consciente de la desesperación de las personas. ¿Quién es capaz de abandonar su casa y huir con su familia de su propio país? El que está aterrado, el que cree que su vida corre un peligro real», dice Peña.

Nos despedimos de este joven capitán aragonés deseándole suerte y felicitándole. «Espero un hijo para finales de año, sí». Buena suerte capitán Peña y gracias.