Son casi inexistentes los medios internacionales que informan sobre el terreno del avance de las tropas talibanes en Afganistán. La información llega a cuentagotas a través de periodistas locales y redes sociales. Veinte años después de su expulsión por parte de tropas estadounidenses y sus aliados, el fundamentalismo islámico vuelve a tomar las riendas de un país deshecho por un gobierno, el de Ashrat Ghani y los señores de la guerra, que apenas han opuesto resistencia.

En medio de este escenario caótico y mientras países como Estados Unidos y Reino Unido mandan tropas para evacuar con urgencia sus embajadas, miles de afganos que han trabajado durante las dos últimas décadas con las tropas occidentales mandan mensajes de auxilio para ellos y sus familias.

Kabul, la capital del país, ya ha caído, y varios medios ya han anunciado que el Gobierno español ha puesto en marcha una operación de rescate de unas 500 personas, incluidos los intérpretes y sus familias. “No se va a dejar a nadie atrás”, insiste el Gobierno a través de José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. En el momento en el que escribo este artículo para HOY ARAGÓN, llegan a través de las redes sociales mensajes desesperados de personas que temen por su vida ante la inminente llegada del régimen talibán.

Parte de las tropas afganas afines al régimen han huido, así como sus jefes y gran parte del gobierno. Esto deja a la población en una delicada situación; muchos buscan visados para poder salir del país golpeando a las puertas de las embajadas que todavía siguen abiertas. Pero con un visado no es suficiente, hace falta dinero, y actualmente los vuelos desde el Hamid Karzai Internacional Airport si no eres personal diplomático y vas por tu cuenta pueden llegar a costar más de 2.500 dólares.

“QUE NOS SALVEN LA VIDA”

El gobierno español insiste en que se han puesto ya a trabajar en la repatriación de españoles y afganos del país, pero el mensaje desde ciudades tomadas ya por el régimen talibán es unánime: “Somos intérpretes de militares españoles de la provincia de Badghis; por colaborar con la OTAN nuestra vida corre peligro. ¡Por favor, sálvennos!

El Ministerio de Asuntos Exteriores insiste es que no dejarán a nadie atrás, pero muchos se preguntan si para estos intérpretes que trabajaron codo con codo con los militares españoles en Herat, al oeste del país, durante los últimos años en misión de la OTAN, no será demasiado tarde.