Un bar es lo mismo que club social para cientos de municipios aragoneses. Sin los bares, como lugares de cultura y conversación, un pueblo se marchita. Y esto ocurre en Estadilla, en pleno Pirineo aragonés. Es punto de encuentro de muchos estadillanos, genera empleo, favorece la permanencia de población en el pueblo y ahora está cerrado. Se trata del bar Carrodilla, uno de los cuatro establecimientos de este tipo que hay en Estadilla. La localidad, que ronda los 800 habitantes, se ha quedado por el momento sin el servicio de este restaurante, que además dispone de seis habitaciones para alojarse. Para recuperar la actividad en este local, de propiedad municipal, el Ayuntamiento ha sacado a concurso la explotación del negocio.

Con el plazo de presentación de propuestas ya finalizado, se espera en los próximos días gestionar los trámites del cierre del hasta ahora gerente del bar. Después, se realizará la puesta a punto del local, con la limpieza de las instalaciones y la reparación o sustitución de maquinaria si fuera preciso, para que el nuevo dueño tome las riendas del negocio cuanto antes.

“Estamos intentando gestionar este asunto lo más rápido que se pueda para mantener cerrado el local el menor tiempo posible”, explica Pilar Lleyda, alcaldesa de Estadilla. Al concurso se han presentado cuatro propuestas, algo que la edil valora de forma positiva. “Considerando el momento actual de crisis que atraviesa el sector hostelero, es un número elevado. Además, proporciona más posibilidades de mejora del servicio para los vecinos”, asegura.

Durante los últimos diez años, el negocio ha sido gestionado por la misma persona, un chico joven para el que tanto vecinos como Ayuntamiento solo tienen palabras de gratitud. “Tanto él como el equipo de profesionales que lo rodeaban han realizado una muy buena gestión”, comenta la alcaldesa. Y es que en este tipo de establecimientos en el medio rural, además de servir refrescos o menús del día, se lleva a cabo una importante labor de dinamización. “Los bares son un punto de encuentro y de reunión donde se crea muchas veces la vida de los propios municipios”, añade.

Junto con este papel un tanto social, ocupar este tipo de negocios en los pueblos es una herramienta para luchar contra la despoblación. “Quienes eligen vivir en el medio rural necesitan tener unos servicios mínimos para el desarrollo de la vida, y el ámbito social y lúdico es uno de ellos”, asegura Lleyda.

Al mismo tiempo, en el ánimo de favorecer la permanencia de habitantes en los pueblos, la reapertura de este bar es importante porque crea nuevos empleos y contribuye a la promoción turística de Estadilla.

El bar Carrodilla se sitúa en la plaza Portal del Sol, en pleno centro de la localidad. El edificio Buñero, donde se ubica, es propiedad del Ayuntamiento y, además del servicio de restauración cuenta con otros espacios. Hay salas de exposiciones y polivalentes, así como una planta dedicada al alojamiento. Ésta cuenta con seis habitaciones de turismo rural con baño.

La licitación de la explotación del negocio se ha sacado por un importe mínimo de 7.200 euros. El contrato que se adjudique al nuevo dueño tendrá duración de cuatro años, prorrogable a uno más. En esta selección se ha valorado tanto la propuesta económica como las mejoras planteadas en cuanto a la prestación del servicio. Esto incluye el calendario de apertura del bar y los horarios, así como la posibilidad de entrega de comida a domicilio.