Las cintas de la Virgen del Pilar son un clásico en nuestra ciudad. Son de múltiples colores, desde el verde o el rojo a las banderas de España o Aragón. Y estamos acostumbrados a verlas en los retrovisores de los coches, en maletas y mochilas, en las muñecas como si fueran pulseras, en la cartera junto con la documentación o en los carritos de bebé… o incluso en cualquier cuartel de la Guardia Civil, ya que es la patrona de la institución armada.

Estas cintas se compran en la propia Basílica del Pilar. Antaño, se vendía solo en la Sacristía de la Virgen, pero ahora, se venden en un pequeño espacio situado en la puerta del Pilar más cercana al Ayuntamiento de la ciudad. Y se venden a miles, no solo para los zaragozanos, sino para los visitantes que quieren llevarse un recuerdo de su paso por nuestra ciudad. Pero, ¿sabemos realmente cuál es su origen de esta cinta de la Medida de la Virgen?

SIGNIFICADO Y ORIGEN DE LA MEDIDA DE LA VIRGEN DEL PILAR

Desde hace varios siglos, los mantos de la Virgen del Pilar se llevaban a casas de  los enfermos que lo solicitaban.
El manto de la Virgen se llevaba a los enfermos que lo solicitaban / HOY ARAGÓN

La cinta tiene concretamente 36,5 centímetros. Y tiene esa medida porque eso es lo que mide la talla de Nuestra Señora del Pilar. El origen de esta cinta hay que buscarlo en el siglo XVII, un siglo en el que el culto al Pilar se expandió de forma espectacular. El 20 de mayo de 1642 (siglo XVII) cuando el concejo de Zaragoza proclamó a la Virgen del Pilar como patrona de la ciudad; un patronazgo que se extendió a todo el Reino de Aragón tras una decisión de las Cortes aragonesas celebradas en 1678.

En ese momento de exaltación del culto a la Virgen, era costumbre llevar uno de los mantos que habitualmente cubren la columna de jaspe de la Virgen a los enfermos para que así quedaran bajo su protección. Hay fuentes que indican que a finales del siglo XV ya se ponían mantos para cubrir el pilar de la Virgen. Los mantos se cedían durante el tiempo que duraba la enfermedad o la dolencia, para que «el enfermo viva de forma positiva y santificante el proceso de su enfermedad».

Ante la dificultad de llevar esos mantos a todos los enfermos que lo solicitaban, especialmente a los que se encontraban fuera de la capital, en 1621 comenzaron a fabricarse cintas de tela o de papel con las medidas de la talla de la Virgen. O al menos, ahí encontramos la primera referencia escrita encontrada en un documento.

En dicho escrito, los jurados de la capital aragonesa prohibían de forma expresa la comercialización de esas medidas, reservando su fabricación al cabildo de la ciudad. En caso de que alguien ajeno al cabildo comercializara estas medidas, el concejo de la capital impondría una pena de 60 sueldos jaqueses.

En la actualidad, la cinta es una tira de seda que tiene grabada la imagen de la Virgen, junto a varios angelotes y una banda con la frase «Medida de la Virgen del Pilar». Está disponible en 12 colores: además de las banderas de Aragón y España, la medida está en amarillo, azul claro, azul oscuro, blanco, fucsia, morado, naranja, rosa, rojo y verde. Las cintas se dejan por la noche apoyadas junto a la imagen de la Virgen, y son bendecidas antes de ser puestas a la venta por 1 euro.

La cinta consiste en un trozo de seda de 40 x 2,5 centímetros, equivalente a la altura de la Virgen de 36,5 centímetros, en la que está impreso un dibujo geométrico con el siguiente texto grabado: «Medida de Nuestra Señora del Pilar».