Las diez primeras tripulaciones de militares ucranianos, que emplearán los carros de combate Leopard 2 A4 en su país contra Rusia, han concluido su periodo de formación de cuatro semanas en el Centro Nacional de Adiestramiento (CENAD) San Gregorio del Acuartelamiento San Jorge de Zaragoza, donde una treintena de componentes del Regimiento de Caballería Mecanizada ‘Alcántara 10’ de Melilla les han instruido con clases teóricas, aparatos simuladores y ejercicios en el campo de maniobras.

En total, se han formado en Zaragoza 55 militares ucranianos, tanto profesionales como reservistas, de entre 21 y 60 años, asistidos por intérpretes, realizando jornadas de 12 horas diarias, de 8.00 a 20.00 horas, excepto la tarde del sábado, de libranza. Cada tripulación está compuesta por un jefe, un conductor, un cargador y un tirador, a lo se suman 15 técnicos, de los que cinco son especialistas en mecánica, cinco en electrónica y otros cinco en armamento, sumando un total de 55 personas.

Ha impartido el curso el Toledo Training Coordination Centre (TTCC). Estos cursos se han puesto en marcha tras formalizarse el compromiso español para contribuir al esfuerzo defensivo ucraniano con la aportación de carros de combate. En ese momento, Ucrania solicitó la formación de tripulaciones y personal de mantenimiento para el despliegue operativo de los carros de combate Leopard 2 A aportados.

El día 16 de febrero de 2023 llegaba a España el primer grupo de alumnos para recibir la formación e instrucción necesaria como tripulaciones y mecánicos de carros de combate LEOPARD 2 A4. El curso tiene una duración de cuatro semanas de adiestramiento, tras las cuales el personal ucraniano será capaz de manejar los sistemas operativos del vehículo de combate y realizar las tareas de mantenimiento de primer y segundo escalón de los diferentes componentes mecánicos y electrónicos, así como su explotación táctica en pequeñas unidades.

El personal que se ha estado formando tenía experiencia previa en el empleo de carros de combate por lo que la instrucción se ha centrado en las particularidades técnicas del sistema de combate a manejar. En cuanto a la formación táctica se ha desarrollado desde el principio para conformar tripulaciones operativas y conjuntadas.

El carro de combate Leopard 2 A4 data de finales del siglo XX y ha sido la base para el desarrollo de uno de los carros de combate más modernos y eficaces empleados por los países occidentales: el Leopard 2 A6 –en sus diferentes versiones: alemana o sueca–, así como del desarrollo del carro de combate español Leopard 2E, punta de lanza de las fuerzas acorazadas de nuestro país.

El Leopard 2 A4 supera a la mayoría de los carros de combate que se despliegan actualmente en la zona de conflicto y el Leopard 2A6 proporcionado por Alemania está a la altura de los medios rusos más avanzados que teóricamente se han desplegado, en cantidades muy pequeñas. Los carros Leopard 2 A4 y 2 A6 son compatibles logísticamente en un 80% aproximadamente, lo que facilita significativamente la gestión logística de los mismos, han señalado desde Defensa.

UNA SINERGIA CLAVE

El capitán Contreras, del Regimiento ‘Alcántara 10’ ha explicado a los medios de comunicación que la formación ha sido intensa y que, inicialmente, el Ejército español desconocía la formación del personal ucraniano, pero los 55 desplazados a Zaragoza han trabajado antes con medios acorazados mecanizados, lo que «ha facilitado mucho las cosas» y volverán a Ucrania «con un conocimiento muy aceptable de los carros de combate Leopard A4».

Contreras ha indicado que los militares ucranianos habían utilizado en su país carros «muy distintos» al Leopard A4, pero sí otros, y «no tiene nada que ver una personas que no haya utilizando nunca un acorazado que una persona que sí lo haya utilizado», ya que «hay muchos sistemas que coinciden, lo que unido a la motivación y las ganas de aprender hace que en un mes les veamos muy preparados para unirse de nuevo al combate».

Los componentes de las diez tripulaciones han realizado una fase inicial de formación individual sobre táctica y en una segunda fase se ha unido cada tripulación al completo «para que funcionen en un carro todos juntos». Ha resaltado que «el programa se ha cumplido y estamos satisfechos porque han dado todos los pasos, sin dificultades reseñables». El capitán Contreras ha comentado que se han llevado a cabo bastantes ejercicios de simulación ya que «no pueden hacer ejercicios de tiro todos los días y los simuladores sí se lo permiten».

Se ha impartido formación teórica, «la menos posible» porque «ellos prefieren la práctica» y se han ido alternando los días de clases teóricas y simulación con los de teoría y uso de los carros de combate, «lo que mejor les venía a ellos».

Contreras ha destacado el «orgullo» del Regimiento ‘Alcántara 10’ de Melilla por haber podido contribuir a la formación de los 55 militares ucranianos, indicando que todos estaban dispuestos a desplazarse a Zaragoza, aunque al final solo lo ha hecho una treintena.

Respecto al curso de la guerra, «la percepción que tienen ellos es que va bien, pero podría ir mejor». «Se han centrado en aprender y preguntar dudas cada día para irse con el mayor conocimiento posible del vehículo».

La principal diferencia entre el Leopard A4 y los carros ucranianos es que el cargador en sus tanques es automático y la capacidad de los vehículos españoles es, en general, mayor, con tecnología como las cámaras térmicas, que «les facilitan las cosas».

«Ellos tienen mucha motivación, muchas ganas de aprender y de contribuir a la defensa de su país», ha manifestado el capitán Contreras, quien ha recalcado que el Leopard «está un peldaño por encima» de los tanques que están ahora en el frente.

«Les estamos intentando transmitir todo lo que sabemos de táctica para que ellos puedan adaptarse y elegir lo que mejor les venga en cada situación», ha continuado Contreras. En los ejercicios participa la ‘Unidad Enemigos’, militares españoles que simular ser enemigo para dar más realismo a las prácticas de los ucranianos. Esta unidad es «fundamental» porque «si no hay nadie enfrente, pierde un poco de sentido y así se meten más en el papel», ha apuntado el capitán.