El Museo de Lérida ya no es lo que era. Los huecos vacíos que han dejado los 97 bienes eclesiásticas que han sido devueltas por orden judicial al Obispado de Barbastro-Monzón, por ser su legitimo propietario tras el expolio de Cataluña, han dejado un hondo malestar en el Museo y la propia Generalitat.

Sin embargo, ya han logrado cubrir alguno de los huecos tras la recepción en depósito 7 obras góticas y románicas del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), entre ellas de parroquias de Huesca, en el marco del nuevo Plan Impulso 2021 como respuesta a la crisis de los litigios con Aragón.


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Según ha anunciado la consellera de Cultura en funciones, Àngels Ponsa, una de las obras ya se encuentra en el equipamiento cultural leridano y se trata de un frontal del altar de Rigatell (Huesca), que ha presidido la atención ante los medios de comunicación.

El director del Museo de Lleida, Josep Giralt, ha anunciado que el resto de las obras en depósito llegarán a la capital del Segrià a mediados del mes de abril con la remodelación del espacio gótico del museo. Por su parte, el director del MNAC, Pepe Serra, ha explicado que las obras están vinculadas con el territorio de Lérida y que, además, no descarta que en un futuro se puedan trasladar más.

«Tenemos la obligación y responsabilidad de construir el futuro, y lo haremos juntos con el objetivo de seguir explicando la historia del territorio y luchando por las obras trasladadas», ha dicho Ponsa. En este sentido, la consellera ha asegurado que la llegada de estas obras hasta Lleida no significa que no se vaya a luchar por la recuperación de las 97 trasladas en las últimas semanas hasta Aragón.


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Por ello, ha anunciado que presentarán un recurso de nulidad ante el Tribunal Supremo para hacer que las obras regresen de nuevo a Lérida.