Los niños han sido los grandes olvidados durante esta pandemia, fueron los primeros en salir de su entorno y los últimos en volver a entrar, como siempre, deprisa, corriendo y mal. Parece que por ser pequeños son menos importantes, cuando en realidad son las personitas en las que más nos deberíamos fijar: su entorno, sus posibilidades y su educación influyen directamente en su vida adulta.

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Los niños son el futuro, no conseguiremos nada si nos esforzamos en cuidar el mundo para que sea mejor, pero no nos preocupamos por las personas que se quedarán en él.

La pandemia nos hizo mejores durante un tiempo, cuando estábamos en casa y salíamos juntos a las 20:00 para aplaudir, pero una vez fuera, poco ha cambiado nuestro comportamiento. La vuelta al cole, en España, dividió a las familias en dos bandos: los que querían la vuelta al cole, y los que deseaban seguir con la educación en casa, llovieron las críticas de unos a otros y se inundaron las redes de diferentes memes y publicaciones, pero al final, nos olvidamos de lo más importante, y es que a todos nos une lo mismo: un gran amor por nuestros hijos que nos llena de miedos y preocupación.

Los niños han estado olvidados en esta pandemia, parecen ser los portadores del virus o los que tengan la culpa de todo, y no es justo que se hayan creado medidas para cualquier tipo de situación de adultos y que a ellos se les hayan cerrado parques, se les haya privado de muchas actividades que antes hacían, y se les hayan dado unas medidas para la vuelta al cole que se han creado deprisa, corriendo y a medias.

«Los niños han estado olvidados en esta pandemia, parecen ser los portadores del virus o los que tengan la culpa de todo»

Está completamente demostrado, que las experiencias y los aprendizajes que los niños se lleven en sus primeros años de vida, van a marcarlos para siempre, y no podemos permitirnos que muchos de ellos pasen uno de esos años rodeados de miedo, porque las consecuencias psicológicas que esto podría traer pueden ser enormes.

La vuelta al colegio ha llegado, para los que querían que llegara y para los que no, y bajo mi punto de vista, hay tres aspectos fundamentales que todos deberíamos tener en cuenta en ella, ahora que ya estamos inmersos de lleno, pues casi estamos despidiendo este mes de septiembre:

– Como padres es normal que tengamos miedo

Pero esos miedos no deberían servir para criticar a los que opinan de manera diferente, o han decidido ir por otros caminos. Ya que las familias hemos estado abandonadas en la mayoría de las decisiones de esta pandemia, vamos a ayudarnos y apoyarnos, a escucharnos y compartir inquietudes a la vez que buscamos soluciones para que nuestros hijos vivan este proceso del mejor modo posible.

– Los Centros educativos y los educadores también tienen inquietudes y miedos

Esto es nuevo para todos; pero llevan trabajando todo el verano por una vuelta segura, haciendo formaciones de salud, adaptando espacios, haciendo obras…y no es en ellos en los que debemos mostrar nuestra desconfianza, porque se están esforzando lo máximo posible para que nuestros hijos tengan la vuelta que se merecen.

– Debemos tener en cuenta a los niños

Pensar en las consecuencias que todo esto puede traerles a largo plazo. Muchos ya están comenzando con las primeras secuelas psicológicas: muestran más miedos, más ansiedad por separación, han aparecido alteraciones del sueño o terrores nocturnos…por ello cualquier acción que les acerque un poquito a su vida anterior, les va a aportar seguridad y tranquilidad. Y sobre todo, les va a ayudar muchísimo escuchar a sus padres seguros y tranquilos.


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A veces solo es cuestión de empatizar, recordar nuestra infancia, esos momentos previos a hacer algo nuevo, y pensar lo que habríamos necesitado nosotros en ese momento. Ellos siguen ahí a nuestro lado, escuchando como muchas veces hablamos de miedo, peligro, o de lo mala que es la vuelta al colegio, y no somos conscientes del daño que esas palabras les pueden hacer.

En conclusión: mucho cariño, paciencia y empatía para los niños, y lo mismo para nosotros los adultos; vamos a comprendernos, entendernos y ayudarnos sin criticar. Los niños nos necesitan a todos, unidos, ahora más que nunca.

*María Requelme es educadora infantil y gestiona la web www.viviendoconpeques.com