Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado velarán por la seguridad durante los días en los que se celebrarían las Fiestas de San Lorenzo de Huesca, suspendidas por segundo año debido a la situación sanitaria. Y con un toque de queda decretado por el Gobierno de Aragón. Así se ha establecido en la Junta Local de Seguridad que se ha reunido para coordinar el dispositivo de seguridad durante los próximos días, con el objetivo de evitar aglomeraciones y asegurar el cumplimiento de las medidas sanitarias en vigor en Aragón.

Policía Local, Nacional, Policía Adscrita y Guardia Civil trabajarán de forma coordinada para garantizar de forma coordinada para garantizar el buen desarrollo de los días 6, 7, 8, 9 y 10 de agosto, fechas en los que la Junta ha analizado que requieren de una especial vigilancia.

La subdelegada de Gobierno en Huesca, Silvia Salazar, ha informado de que «el refuerzo va a dar comienzo este viernes, el día 6, y además los días 7, 8, 9 y 10 habrá un control riguroso, con más efectivos controlando y ya después el fin de semana del 15». Al igual que en 2020, se mantendrá el mismo operativo policial que en años anteriores.

Además, habrá zonas de la ciudad a las que no se podrá acceder, según ha informado la responsable municipal del área de Seguridad Ciudadana del Consistorio oscense, Ana Loriente. Durante el día 9 de agosto, la plaza de la Catedral permanecerá vallada con control de acceso, mientras que la fuente de la Plaza de Navarra estará vallada perimetralmente todos los días.

Este año, los datos de contagios son peores que los del año pasado y desde las administraciones se ha hecho un llamamiento a la responsabilidad individual en este segundo año sin fiestas. Loriente ha dicho que «apelamos a la responsabilidad individual para tratar de frenar el número de contagios».

Por su parte, Salazar ha apuntado que «esperamos que en el año 2022 podamos celebrar como se merecen estas fiestas de San Lorenzo, pero este año mucha precaución y la responsabilidad individual y colectiva debe premiar».