El origen de los daños sobre la cubierta de la plaza Salamero se encuentra en un fallo en la losa en el momento de su construcción, lo que obliga al Ayuntamiento de Zaragoza a contratar unas obras de emergencia que comenzarán antes de que acabe el año.

El consejero municipal de Urbanismo, Víctor Serrano, ha presentado este jueves el informe pericial que encargó el Consistorio para conocer cuáles fueron las causas que produjeron a principios de año el hundimiento.

Este documento, desarrollado por la consultora externa Intemac, esclarece ahora que durante las obras a finales de los años sesenta no se respetó el contenido del proyecto, ya que la colocación de la armadura fue «deficiente».


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Como ha señalado Serrano, esto determina que la responsabilidad no recae sobre el Ayuntamiento, sino sobre la concesionaria del aparcamiento, que también se ocupó de las obras.

Debido a la situación de inseguridad, el Consistorio va a contratar por emergencia estas obras, cuyo coste plantean repercutir a la empresa concesionaria, con la que están en continua comunicación.

UNA SITUACIÓN DE RIESGO

Según el citado informe, el hundimiento no fue causado directamente por el peso de la plaza, como se estimó en un primer momento, ya que el diseño inicial admitía este tipo de cargas. Al contrario, la resistencia frente al punzonamiento no era suficiente para garantizar los márgenes de seguridad de la losa exigibles por la normativa.

«El peso de la plaza no ha influido, y eso es importante de cara a responsabilidades«, ha asegurado el consejero, quien ha defendido que si la armadura de punzonamiento hubiera estado bien colocada, hubiera resultado eficaz.

Serrano ha pedido de antemano disculpas a los ciudadanos por la demora del comienzo de las actuaciones, pero ha insistido en la necesidad de realizar este estudio riguroso de la situación y de las obras de emergencia que se realizaron en junio, que han contribuido a que «lo que hoy es una emergencia no haya sido algo peor».

Para evitar «una situación de riesgo y de colapso», el Consistorio comenzará de forma «inmediata» con estas obras de emergencia, que consistirán en el cambio o refuerzo de la losa superior del aparcamiento. Esta actuación precederá al acondicionamiento del espacio como plaza, y es probable que se prolongue en el tiempo, quedando algunas partes de la superficie «a cielo abierto».

EL FUTURO DE LA PLAZA

Como ha asegurado el titular de Urbanismo, será la inversión «más potente» de su concejalía en 2021, con un proyecto que quiere acabar con la separación de la zona de Pignatelli del centro y devolver a la Iglesia de Santiago El Mayor su «papel urbanístico».


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Tras reuniones con la Junta de Distrito, las Asociaciones de Madres y Padres (AMPA) de los colegios cercanos y comerciantes de la zona, el Consistorio ya está trabajando en un proyecto de una «plaza lo más peatonal y verde posible, que sea un polo de atracción»