El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha inaugurado este miércoles la reforma de la plaza Santa Engracia, situada en el centro de la capital aragonesa y que se ha peatonalizado. Azcón ha invitado a vecinos y turistas a pasear y «disfrutar» la plaza, así como contemplar el monumento a las víctimas de la COVID-19El alcalde Azcón ha recorrido la plaza acompañado de la vicealcaldesa, Sara Fernández, otros miembros de la Corporación municipal, y la presidenta de la Asociación de Víctimas y Afectados por la COVID-19 de Aragón, Mar Martín, rodeados de los primeros vecinos que han visto la plaza ya peatonalizada.

En una breve declaración ante los medios de comunicación, Azcón ha elogiado el trabajo realizado por el jefe del Servicio Viario del Área de Infraestructuras del Ayuntamiento, el ingeniero Jesús Giménez, quien ha diseñado el proyecto de reforma. También ha felicitado a todos los empleados que han participado en las obras de esta «reforma necesaria» y ha pedido disculpas a los comercios y vecinos que han vivido la realización de los trabajos. La de Santa Engracia es «una plaza central» situada junto a «una de las joyas arquitectónicas«, en referencia expresa a la basílica menor del mismo nombre, que fue, en 1882, el primer Monumento Nacional de Zaragoza, 20 años antes que la Basílica del Pilar. Precisamente, uno de los objetivos de esta reforma ha sido realzar esta obra renacentista.

También, mejorar la accesibilidad de la plaza, para lo que se han sacado los coches de la misma y se ha ejecutado una obra sin barreras arquitectónicas. Jorge Azcón ha resaltado que esta reforma es «la continuación» de la que en 2002 realizó el entonces alcalde de la capital aragonesa, José Atarés, del contiguo Paseo de la Independencia. Además, se ha buscado la «sostenibilidad», no solo con la incorporación de más motivos vegetales, sino también con las nuevas tuberías y el alumbrado, que permitirá ahorrar energía.

PEATONAL E INCLUSIVA

La plaza de Santa Engracia será a partir de ahora peatonal e inclusiva gracias a su plataforma continua de granito gris, sobre la que cobran especial protagonismo los elementos naturales. Se han ajardinado más de 380 metros cuadrados con la plantación de ocho nuevos árboles de menor porte, 200 arbustos de pequeñas flores y numerosos ejemplares de otras especies, entre ellas tapizantes de baja altura. El área de Infraestructuras ha realizado la reforma siguiendo criterios de accesibilidad y ambientales, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.

 

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El resultado es una plaza con zonas abiertas que pueden integrar otros usos o actividades, que garantiza la operativa de los servicios de emergencia y con corredores peatonales libres de obstáculos tanto en los laterales como en la parte central. Se ha dotado además con bandas de señalización podotáctil fresadas sobre el granito en todos los límites de la plaza y en las zonas de cruce peatonal preferente para orientar a las personas con discapacidad visual y únicamente se permitirá la circulación de vehículos de Correos desde la calle Tomás Castellano y el paso puntual para funerales o bodas.

Asímismo se han instalado ocho bancos para que sea un espacio que invite al descanso y al disfrute del entorno. Para ello se ha renovado también el alumbrado con trece columnas con tecnología led y se han colocado focos de iluminación ornamental que mejorarán la visión de la fachada de la basílica, del monumento de Joaquín Costa y el nuevo tributo a las víctimas de la COVID-19.

MONUMENTO

Al respecto, Jorge Azcón ha puesto de relieve que esta reforma incluye un monumento en memoria de todas las víctimas de la COVID-19, situado cerca de la próxima sede central de Correos, en un extremo de la plaza. Se trata de «un monumento en recuerdo de lo vivido», la pandemia. Dos zetas simétricas unidas en forma de lazo les recuerdan. El tributo, que describe un plano inclinado, está realizado en acero inoxidable con láminas de acero corten y losetas de granito negro pulido en su parte superior.

Junto a él se puede leer la inscripción ‘La Muy Benéfica Ciudad de Zaragoza recuerda aquí a cuantas personas perdieron en ella la vida, víctimas de la letal enfermedad de la covid que afligió a sus habitantes, como a los del resto de Aragón y España, y de otras partes del mundo. En esta inscripción se perpetúa, conmovida, su memoria. Mayo 2021′. La vicealcaldesa Sara Fernández ha recalcado que las víctimas de la COVID-19 son hijas predilectas de la ciudad y que con esta reforma cuentan con un espacio físico para su recuerdo. Mar Martín ha agradecido el homenaje a las víctimas de la COVID-19 para «honrar a los que se fueron» con un «sentimiento auténtico» expresado en la obra, diseñada por técnicos del Ayuntamiento. Ha manifestado su «esperanza» en que acabe la pandemia y se puedan reanudar los contactos cercanos entre personas y hablar sin distancias.

LUGAR DE CONVIVENCIA

Sara Fernández ha expresado que esta plaza es «lugar de encuentro y convivencia» de los zaragozanos «en el corazón de la ciudad», haciendo notar que es un emplazamiento accesible para todos, al tiempo que realza el patrimonio cultural que le rodea. Ha hecho notar que la reforma ha incluido la recolocación de la escultura dedicada a Joaquín Costa, obra de Gonzalo Vives, que realizó a iniciativa de la Peña Solera y que ha recuperado su color original. La escultura presentaba un acabado gris metalizado, fruto de una actuación llevada a cabo en los años 90 en la que se protegió la superficie con una pintura, modificando el color original.

El tratamiento que se le ha realizado ahora al busto ha consistido en la eliminación de la pintura gris superficial –se encontraba deteriorada– y la limpieza, estabilización y protección del metal para impedir futuras reacciones de corrosión. La decisión de restituir el color marrón óxido que originariamente presentaba, se ha apoyado en las fotografías históricas de la inauguración de 1979 en las que se veía el tono original, y en el asesoramiento técnico ofrecido por la hija del artista, Ángela Gonzalvo.

Las obras han permitido descubrir restos de la antigua acequia de Santa Engracia, parte de la estructura del cuartel que estuvo ubicado en ese lugar en el siglo XIX y restos de Los Sitios de Zaragoza. Una parte se ha retirado para su estudio y conservación en dependencias municipales. Ha elogiado el trabajo realizado por la consejera municipal de Infraestructuras, Patricia Cavero. Por otra parte, Azcón ha comentado que este miércoles se cumplen dos años desde las últimas elecciones municipales y ha destacado «la agilidad con que se ha puesto en funcionamiento» esta obra, recordando que algunas obras públicas se han retrasado durante décadas.