Algo le pasa al agua de Zaragoza. Desde hace pocos días, el agua que sale de los grifos tiene un olor fuerte y un sabor desagradable.


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Es la queja más repetida por los vecinos y tiene una explicación. Las obras del nuevo hospital privado que levanta el grupo Quiron han obligado a cortar la tubería del embalse de Yesa que provee de agua a Zaragoza durante dos semanas.

Fuentes del Ayuntamiento consultadas por este diario aseguran que el agua es completamente apta para el consumo y es potable. Lo único que al requerir mayor cloración, se nota que sabe o huele diferente. A su vez el propio Ayuntamiento ha explicado lo que sucede en sus redes sociales para tranquilizar a los vecinos afectados por este corte del suministro de agua de la ciudad.