El pasado domingo en el aeropuerto de Braunschweig – Wolfsburgo (Alemania) un avión de la compañía aragonesa Air Horizont despegaba destino Londres en concreto al aeropuerto de Stanted cuando el motor izquierdo absorbió un ave que se encontraba en la pista de despegue. 

En ese momento tanto los pasajeros como la tripulación pudieron escuchar en el interior del avión un fuerte golpe “es normal al ir el avión a una velocidad de 250 km/h” aclara a este medio Juan Luis Díez, CEO de la compañía. Además, añade que fue un “fogonazo” pero que el motor “no se ha prendido fuego”. 

El avión tuvo que abortar la operación, bajaron a pista y desembarcaron a todos los pasajeros. «El fogonazo que recogió un fotógrafo se produjo con la expulsión del pájaro, pero el motor no se llegó a quemar«, concluye Díez. 

Por suerte no hubo que lamentar heridos y tanto la tripulación como los pasajeros se encuentran en perfecto estado. Por otro lado, hay que recalcar que estos pilotos son grandes expertos gracias a “los entrenamientos recurrentes que los pilotos debemos realizar, cada 6 meses en simuladores, que hacen que estemos preparados para este tipo de eventualidades”, aclara Díez. 

El avión pudo llegar sin ningún tipo de problemas a la terminal y se llevó a cabo una minuciosa inspección en la que se ha comprobado que hay algunas piezas dañadas. A pesar de que no son daños muy importantes, se ha decidido sustituir el motor. 

Según el CEO de Air Horizont, esto es más frecuente de lo que imaginamos “todos los días hay impactos con aves en algún sitio” ocurren una vez cada 10.000 operaciones de aterrizaje y despegue.