Las panaderías artesanales de barrio no pasan por su mejor momento y su situación es crítica. El encarecimiento de la electricidad, el gas o de su principal materia prima, la harina, unido a la falta de relevo generacional, hacen que peligre la supervivencia del sector.


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Para visibilizar esta situación, este viernes, 28 de octubre, los panaderos apagarán sus hornos durante quince minutos, -de 12.00 a 12.15 horas-, como protesta por el elevado precio de la luz. Un parón que ha convocado la Confederación Española de Organizaciones de Panadería (Ceoppan) y al que se une el Gremio de Panaderos de Zaragoza bajo el lema “Sin luz no hay pan”. 

La Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia (ECOS), a la que pertenece este gremio, apoya esta iniciativa porque las facturas de la luz se han disparado y muchas de las panaderías no van a sobrevivir debido a unos costes inasumibles. “Se trata de una parte muy importante del modelo comercial de Zaragoza y estos cierres afectarían a otros subsectores de actividad como son hostelería, comedores…”, ha señalado el secretario general de ECOS, Vicente Gracia. 

Por su parte, una de las representantes de este gremio, Laura Marcén, de Ecomonegros, ha subrayado que el precio de la luz, el gas y la harina se ha encarecido enormemente, “solo la luz ha subido entre un 30 a 40%. Queremos que la sociedad comprenda por qué paramos; por este motivo, saldremos durante estos quince minutos a la calle para explicarlo”, ha indicado.

Asimismo, Antonio Corral, de Panaderías Agrupadas de Caspe, ha subrayado que el principal problema con el que se encuentra el sector es el aumento de costes. “Cada vez tenemos más costes y al asumirlos vemos reducidos, de forma considerable, nuestros márgenes”, ha señalado. La energía se ha multiplicado por tres y las materias primas también han duplicado los precios, incluso triplicado, y lamenta que las ayudas del Gobierno sean “un tanto engañosas porque esas subvenciones las tenemos que declarar en el Impuesto de Sociedades”.

Por esta razón, desde el Gremio de Panaderos solicitan también “poder acogerse a una subvención de la energía, la rebaja de los costes sociales o la deflactación del IRPF, tanto en el tramo nacional como autonómico. Además, han señalado, “sería necesario que se pudieran extender las ayudas de alquiler del Gobierno a los locales y, lo más importante, que el Ejecutivo apruebe la aplicación del mecanismo RED de flexibilidad y estabilización del empleo, que les permitiría la solicitud de medidas de reducción de jornada y suspensión de contratos de trabajo”. 


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Tampoco Eva Sola, de Horno Escosura, ha querido dejar atrás el hecho de que “en los pueblos se cierran las panaderías porque es imposible hacer frente a los impuestos cuando apenas se trabaja en verano”. “No podemos repercutir al cliente todo lo que se elevan nuestros costes, y ahora no se trata de trabajar más, en esta situación cuanto más trabajas más se pierde debido al elevado precio de la energía”, ha remarcado. 

Según la patronal, en España están en funcionamiento unos 12.000 locales de fabricación de pan artesanal que dan empleo a unas 190.000 personas y muchos de ellos advierten de que “no van a poder sobrevivir a la subida imparable de la factura de la luz”.