El lío con las lenguas que se hablan en Aragón es un eco constante en cada legislatura. Y no podía ser menos en un cuatripartito tan dispar que aglutina a la izquierda (PSOE, Chunta y Podemos) con el Partido Aragonés. Sus tesis lingüísticas son diferentes y eso está comenzando a hacer mella en su engranaje gubernamental.

Tal y como publicó HOY ARAGÓN hace pocos días, las alcaldías del PAR en la comarcas del Bajo Aragón y Matarraña mostraron su total rechazo a la creación del Institut Aragonès del Català que el Gobierno de Aragón liderado por el socialista Javier Lambán, y donde también se encuentra el propio PAR, ha introducido en la Academia Aragonesa de la Lengua. Es más, avisan con llevarlo a los tribunales por ser ilegal.

Este órdago planteado por los alcaldes de los municipios donde el PAR gobierna en el Bajo Aragón y el Matarraña no ha sido respaldado por su máximo dirigente político, el actual vicepresidente del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga. El líder del PAR se pone de perfil ante un rechazo mayúsculo de su partido en las zonas donde el conflicto lingüístico entre el uso del catalán de Aragón o el ‘chapurriau‘ está cada vez más enquistado. En este caso, el PAR de esas zonas insiste en que la creación del Institut Aragonés del Càtala desprecia las modalidades lingüísticas aragonesas, tal y como recoge el artículo 5 de la vigente Ley 3/2013, de 9 de mayo.

Por todo ello y, en cumplimiento de la Ley vigente, exigen la supresión del Institut Aragonès del Català y la creación de un organismo que proteja y regule el chapurriau o aragonés oriental y en el que sus hablantes se sientan representados. La Ley 3/2013, de 9 de mayo, de uso, protección y promoción de las lenguas y modalidades lingüísticas propias de Aragón no se refiere en ningún momento a la lengua catalana, a la que ni si quiera cita.

Por todo ello, los municipios del PAR denuncian la ilegalidad del Institut Aragonès del Català que está promoviendo el Gobierno de Aragón y señalan que el Ejecutivo de Lambán junto al vicepresidente Aliaga no ha querido escuchar a los ciudadanos del Aragón oriental y que ha preferido seguir con su política impositiva del catalán para fagocitar las modalidades lingüísticas aragonesas que se hablan en las comarcas orientales de la comunidad.