La situación interna del Partido Aragonés está cada vez más tensa. Las dudas sobre el liderazgo de Arturo Aliaga, actual líder de la formación y vicepresidente del Gobierno aragonés, se multiplican. Los críticos ponen el foco en el vacío de poder ejercido por Aliaga al no convocar una reunión de la dirección desde hace 18 meses y por el vacío ideológico de su partido en el gobierno cuatripartito de Javier Lambán junto a Podemos y Chunta Aragonesista. Una conclusión que niega el propio Arturo Aliaga y su entorno.

Entre el cruce de declaraciones de unos y de otros cada vez más evidente en los medios de comunicación, la comisión ejecutiva del Partido Aragonés (PAR) ha querido poner el marcador a cero para celebrar el congreso de esta formación política los días 23 y 24 de octubre de este año, sábado y domingo, propuesta que ha sido elevada por el presidente, Arturo Aliaga, y ha recibido el apoyo del 70 por ciento de la ejecutiva.

De esta forma Aliaga espera acallar a los críticos que criticaban la ausencia de un congreso que se llevaba posponiendo más de un año y que el propio Aliaga aludía tanto a la situación de la pandemia como a la enfermedad que padece. En declaraciones a los medios de comunicación, Aliaga se ha mostrado «satisfecho» de que su salud le haya permitido convocar la ejecutiva «con normalidad», después de haber estado ingresado hospitalariamente en los últimos meses en tres ocasiones, para preguntarse si tan importante es para Aragón «que el congreso del PAR, que iba a ser en junio, sean en octubre». Según ha dicho, faltan dos años para las elecciones autonómicas y municipales y por lo tanto, a partir de octubre, hay tiempo hasta mayo de 2023 para «armar todo», tanto las candidaturas, como el proyecto político.

¿ALIAGA CANDIDATO?

El actual presidente del PAR ha manifestado que esperará a después del verano para ver si opta a reeditar este cargo, algo que ha dicho que hará si su salud se lo permite. Ha detallado que quiera ver si su recuperación «es positiva» porque «hay que medir las propias fuerzas», para advertir, no obstante, de que si se encuentra bien, «no voy a tirar la toalla».

También ha dicho que no será «obstáculo», si hay alguna candidatura, «pero tampoco voy a dejar el PAR abandonado a su suerte», después de él fuera elegido en unas primarias, celebradas tras unas elecciones, para recordar que fue consejero por este partido durante dos legislaturas, aunque no estaba afiliado y después se ha presentado a las Cortes de Aragón tanto por la provincia de Huesca, como la de Zaragoza sin perder ni un escaño hasta que han llegado nuevas fuerzas políticas al Parlamento hasta sumar ocho partidos distintos representados. «El entorno ha variado, pero, a pesar de todo, ahí hemos estado», ha sostenido.

Sobre la posibilidad de presentarse como candidato del PAR a la presidencia de Aragón en las elecciones de 2023, no ha querido adelantar nada, refiriéndose de nuevo a su salud, si bien ha aclarado que deberán convocarse primarias porque «aquí vamos a jugar todos a la democracia seria», como hizo él optando a las primeras primarias del PAR, «tendencia que no se puede romper».

LAS DUDAS DEL CUATRIPARTITO

Los críticos del PAR sobre la gestión de Arturo Aliaga en la presidencia del partido y también en la vicepresidencia tienen claro que los aragonesistas necesitan una revisión o refundación profunda de su estrategia electoral e ideológica. La entrada de tres nuevos actores a la política aragonesa, como Ciudadanos, Podemos y VOX, debilita un mensaje aragonesista por el fuerte carácter centralista de éstos; así como la futura entrada de Teruel Existe que ya opta a las Cortes de Aragón que sí tiene un mensaje más territorial.

La tendencia electoral del PAR es más que evidente desde hace 30 años: de presidir en varias ocasiones el Gobierno de Aragón a marcar una línea descendente en cada legislatura desde hace 15 años. Cada vez que se convocan elecciones el PAR tiene menos apoyo y ya no consigue ningún concejal desde hace más de 8 años en la ciudad de Zaragoza. Esto se suma a que el PAR se encuentra a día de hoy en el gobierno aragonés junto a un cuatripartito con tintes de izquierdas tras cosechar el peor resultado de su historia.

Una situación que no comparte el líder Arturo Aliaga como sí hacen los críticos, entre otros los históricos aragonesistas José Ángel Biel o José María Mur. El líder del PAR, Arturo Aliaga, ha resaltado el hecho de haber conseguido que el PAR vuelva al Gobierno de Aragón, del que forma parte en un cuatripartito, junto con PSOE, Podemos y CHA, un gobierno del que Aliaga es vicepresidente y consejero de Industria, Competitividad y Desarrollo Empresarial. Ha subrayado que participa en el gobierno «de manera intensa» y «no soy una cosa aislada, sino que estoy integrado» y «haciendo lo que me corresponde», de forma que a pesar de su limitación física por sus problemas de salud, ha estado presente, gracias sus directores generales, además «que en el hospital con un ordenador, también se puede hacer mucho», así como por la «compresión» del resto del Gobierno, tanto del presidente, Javier Lambán, como del consejero de Hacienda, Carlos Pérez Anadón, de la de Presidencia, Mayte Pérez, o del de Educación, Felipe Faci, ha enumerado.

A su entender, «si al PAR se le juzgara por lo que hace, a lo mejor pasaría otra cosa» y ha enfatizado que todas las líneas de ayudas que dependen de su Departamento «están en marcha» para hacer frente a las consecuencias de la crisis generada por la pandemia del coronavirus. Ha expuesto algunas cuestiones que ha aportado su partido al Gobierno de Aragón, como que la educación concertada «funcione con normalidad» y otras cuestiones relacionadas con obras hidráulicas.