La decisión de la socialista Pilar Alegría aún está digiriéndose en las tripas del PSOE de Aragón. El principal referente del PSOE en el Ayuntamiento, clara ganadora de las elecciones municipales de hace siete meses, ha desistido de su labor municipal para lanzarse a la nueva tarea que le ha encomendado Pedro Sánchez.


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El cargo de Delegada del Gobierno de España en la comunidad aragonesa es un nuevo ‘logro’ en el extenso curriculum político de Pilar Alegría. Y el ‘sí’ de ésta ha sido toda una sorpresa en el PSOE.

NI SE BARAJABA

Durante la mañana de este lunes, 24 horas después de la noticia, la concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza María Ángeles Ortiz ha reconocido en rueda de prensa que, en el grupo socialista del Ayuntamiento donde Alegría ‘milita’, su marcha ha sorprendido ya que era una decisión que no se barajaba «para nada».

Es más, desde el círculo del presidente aragonés, Javier Lambán, se reconoce que el nombramiento ha sorprendido y que, para más inri, ni siquiera se ha consultado desde La Moncloa al Gobierno de Aragón. El nombramiento de Pilar Alegría no habría sido ni consultado por Pedro Sánchez ni la propia beneficiada hubiera avisado al núcleo duro del Pignatelli.

El abandono de su responsabilidad como portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, y principal líder de la oposición al gobierno que lidera Jorge Azcón, deja al socialismo municipal en jaque. Por el momento, no hay un líder que se vislumbre con rotundidad para ocupar el hueco de Alegría.

La situación actual del PSOE en el consistorio es incierta. Fuentes socialistas cuentan que todavía no se conoce oficialmente quién liderará la oposición del PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza.

Sin embargo, todo apunta a que ocupará la portavocía el concejal Luis Miguel García Vinuesa, exvicerrector de la Universidad de Zaragoza, y con poco peso político; o la concejal Lola Ranera, que cuenta con un amplío bagaje municipal tanto en el gobierno de Juan Alberto Belloch como durante los últimos años de oposición.


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Por otro lado, en la orilla del gobierno municipal -gobernado por PP y Ciudadanos- se considera que la salida de Alegría responde a su falta de empuje como portavoz de la oposición en los últimos meses. Y apuntan que con esta decisión la oposición queda más desdibujada por no existir un liderazgo sólido.

E incluso aplauden que el principal valedor de la oposición será Alberto Cubero, de Zaragoza en Común. Lo cual, asumen, les beneficia para mantener la estabilidad del gobierno.