El portavoz del grupo de Podemos en el Ayuntamiento de Zaragoza, Fernando Rivarés, ha propuesto trasladar las fiestas del Pilar de 2021 a abril de 2022 y en próximos años consolidar este mes con unas fiestas menores paganas dedicadas al pasado romano de la ciudad. En rueda de prensa, Rivarés ha dicho que esta propuesta de llevar a abril de 2022 las fiestas del Pilar 2021 y consolidar la fecha para una fiestas menores de la ciudad se tendrá que meditar en el Consejo de la Cultura o en otros ámbitos.


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La finalidad es que coincidan con el inicio de la primavera y mientras que las Fallas serían las primeras grandes fiestas de España, las fiestas menores de Zaragoza serían las segundas y las del Pilar «cerrarían el calendario festivo nacional», ha dicho. Rivarés ha comentado que estas fiestas menores paganas tendrían lugar la primera semana del mes de abril, serían más cortas, de tipo cultural, vinculadas a la etapa romana, al río Ebro y con nexos a otras ciudades europeas también romanizadas. Además, se desarrollarían en los espacios verdes y se realizarán campañas promocionales en el resto de España y sur de Francia.

Ha justificado esta fecha por que «no hay otras fiestas en España» y ha contado que tendrían una tematización vinculada a Caesaraugusta y la cultura romana, que celebraba la fiesta de la diosa de la belleza y la fertilidad, Venus, «que era el despertar de los campos y la presencia de las mujeres en la cultura de la época y con cierta vinculación al río».


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Rivarés ha precisado que se podría vincular a Venus o no, pero ha recalcado que sean a principios de abril para «compensar económicamente los perjuicios que estas no fiestas del Pilar causa en sectores estratégicos, como la cultura, los eventos, hostelería y otros».

El portavoz del grupo municipal de Podemos ha augurado que si se convierten en fiestas de modo estable, sería una nueva referencia turística previa a la Semana Santa, «que intentará ayudar a remontar los malísimos datos turísticos de este año». Asimismo, ha opinado que sería «otra ventana más abierta a compensar la «tristeza» que ha generado la pandemia y el distanciamiento con la familia y amigos. «No es solo reparar el daño como compensación económica, sino que la intención es que se consolide en el tiempo y sea un acontecimiento festivo más en Zaragoza«, ha apostillado.