Los astros parecen alinearse y, desde el Ayuntamiento de Zaragoza y el sector industrial, empieza ha establecerse cierto consenso para abordar la nueva vida del Polígono de Cogullada, una zona inicialmente de industria pesada que, tras medio siglo, ha sido engullida por la ciudad en su crecimiento, con viviendas muy cercanas a las naves.

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La idea que está abriéndose paso para este entorno de 552.042 m2 es aprovechar algunas de sus ventajas y que se convierta en un centro para industria ligera, sumando a la actividad existente empresas que «sean compatibles con viviendas cercanas», como indica el jefe del Departamento de Planificación y Diseño Urbano del Ayuntamiento de Zaragoza, Ramón Betrán.

Se trata de fomentar la instalación de compañías cuyo negocio «esté a medio camino entre la industria y la oficina», como pueden ser empresas informáticas o audiovisuales. La actividad en el polígono cuenta además con un gran pro: sus excelentes conexiones tanto por carretera como por ferrocarril, por lo que puede ser un importante centro logístico de última milla.

Actualmente, la mayor parte de la industria pesada ha abandonado el polígono, actualmente ocupado mayoritariamente por concesionarios de coches, empresas de recambios, talleres y naves de almacenamiento. Este nuevo giro, completando los servicios existentes con industrias limpias, lo hace compatible con su entorno. Asimismo, desde el Consistorio se quieren aprovechar especialmente sus márgenes para fomentar usos comerciales con necesidad de espacio, como pueden ser zonas de almacenamiento o locales de ensayo para grupos musicales.

ZONA ÓPTIMA PARA USOS SOCIALES

Asimismo, en la zonificación que se está planteando se están teniendo en cuenta posibles usos sociales para los vecinos, dada la cercanía de viviendas, como pueden ser negocios comerciales o gimnasios. También se valora como lugar adecuado para situar templos religiosos.

La posibilidad de que este suelo industrial se reconvirtiera para uso residencial no se contempla por distintos motivos. En primer lugar, «es una zona rodeada por industria, independientemente de que haya viviendas cercanas», apunta el responsable de Planificación y Diseño Urbano.

Por otra parte, llevar vivienda sólo de forma parcial provocaría precisamente agravar el conflicto residencial-industrial. Asimismo se debe tener en cuenta que «Zaragoza cuenta con superávit de suelo urbanizable, como por ejemplo Arcosur o ZAV, con una capacidad total para más de 60.000 viviendas», explica. Por ello, queda claro que no es una necesidad ampliarlo.